Joaquín Callabed, presidente del Club de Pediatría Social, académico correspondiente de la Real Academia de Medicina de Cataluña y académico de número y vicepresidente de la Sección de Ciencias de la Salud de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), impartió el pasado 19 de octubre en el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Huesca la conferencia «Una mirada a Santiago Ramón y Cajal, científico y humanista de raíces altoaragonesas». El acto tuvo lugar en el Salón Ramón y Cajal de la sede de esta institución.
Profundo conocedor de la obra y la vida del legendario premio Nobel español, el académico partió de la historia familiar de Santiago Ramón y Cajal, que consideró esencial en su carrera científica. «Sin sus casi desconocidas facetas humanísticas como escritor, filósofo, fotógrafo y dibujante y sin las figuras de sus padres, Justo Ramón y Silveria Fañanás, Ramón y Cajal hubiera sido una persona normal, como tantas hay en el mundo», aseguró Callabed, quien incidió en ese ejemplo familiar y en ese carácter humanista del científico para explicar su interés por la ciencia y una capacidad analítica marcada por la tenacidad de un carácter forjado en su infancia altoaragonesa.
Callabed recreó a un niño que se crio entre Petilla de Aragón, Larrés, Luna y Valpalmas y a un adolescente que se formó como dibujante en Ayerbe, Jaca y de un modo más intenso en Huesca con el profesor León Abadía. Su técnica quedó plasmada años después en los dibujos de sus observaciones microscópicas y anatómicas. El académico recupera también su descubrimiento de la literatura y sus primeras lecturas, que también marcaron en buena medida su devenir. Y se detuvo en su bachillerato en Jaca y Huesca, en una época de estudiante intermitente, antes de llegar impulsado por su padre a Zaragoza para estudiar Medicina.
A partir de ahí, el joven Ramón y Cajal inició su etapa como docente, primero en Valencia y luego en Barcelona, donde comenzaría una apasionante carrera como investigador que culminaría en el Instituto Nacional de Higiene y en el Laboratorio de Investigaciones Biológicas de la Universidad de Madrid. Sus estudios le llevarían a la concesión del Nobel en 1906 junto al italiano Camillo Golgi.
El conferenciante incidió en la influencia que tuvieron en las investigaciones de Ramón y Cajal tanto el contexto social e histórico de la época en que le tocó vivir, como los avances en los diferentes campos de la medicina que él mismo ayudó a desarrollar. Fue, además, el primer gran científico español reconocido internacionalmente que se abrió a los principales foros internacionales y que contribuyó a sacar a España de un aislamiento endémico. Callabed lamentó las lagunas que aún existen sobre una figura decisiva en la medicina. De Ramón y Cajal, ha señalado Callabed en sus últimas conferencias sobre el Nobel, no se han publicado aún ni sus obras completas, ni su epistolario sistemático. Tampoco existen ediciones críticas de sus textos más importantes ni análisis monográficos sobre los temas centrales de su producción.