August Corominas, profesor de Fisiología Humana de la Universidad de Murcia y de la Universidad Autónoma de Barcelona y académico emérito y miembro del Senado de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), comparte con la comunidad académica el artículo «Los rostros del mal», en el que presenta una escala de maldad. El académico ha compartido recientemente en esta publicación los artículos «Los cuatro jinetes del apocalipsis gerontológico: soledad, silencio, dolor y nocturnidad», «Reflexión antropológica de la edad centenaria«, «De abuelos a nietos», «¿Es posible llegar a los cien años o incluso más?», «Mecanismos de tanatoquímica y tanatofísicos en el proceso de morir«, «Genética y envejecimiento. Progeria y síndromes progeroides», Los grandes beneficios del aquagym, «La bondad y la maldad«, «El papel vital de los abuelos» y «La fragilidad de los mayores». Además es autor de uno de los capítulos del libro «Vitalidad al envejecer. Si lo deseas, puedes vivir más años con salud», editado por la Real Corporación con el apoyo de Vichy Catalán.
Los rostros del mal
La escala que presentamos es una jerarquía que asciende desde la mínima o nula maldad (nivel 1) a la máxima (nivel 22).
- Nivel 1: Mataron exclusivamente en legítima defensa, no muestran ningún tipo de tendencia psicopática.
- Nivel 2: Crímenes pasionales cometidos por amantes celosos. Pueden resultar inmaduros y/o egocéntricos, pero no son psicópatas.
- Nivel 3: Compañeros, socios o amantes entusiastas de peligrosos homicidas. Tienen personalidad impulsiva y aberrante con rasgos antisociales.
- Nivel 4: Matan en autodefensa, pero provocaron en gran medida que sucediera la agresión hacia ellos.
- Nivel 5: Individuos traumatizados psicológicamente que están desesperados y asesinan a familiares que abusaron sexualmente de ellos. Pueden incluirse drogodependientes que el motivo de su asesinato es para conseguir dinero o droga, pero no poseen características psicopáticas significativas. Tienen cierto remordimiento por los actos cometidos.
- Nivel 6: Actúan impulsivamente, en caliente. No tienen características psicopáticas marcadas.
- Nivel 7: Individuos altamente narcisistas, no distinguibles de personas con algún tipo de trastorno psicótico, matan a gente de su entorno principalmente por celos o pasión.
- Nivel 8: Personas no psicópatas, pero con altos niveles de furia reprimida, llegan a matar cuando algún evento la desencadena o enciende.
- Nivel 9: Amantes celosos despechados con características psicopáticas.
- Nivel 10: Asesinos que mataron a gente que se interponía en su camino o testigos que pudieran delatarles. Tienen personalidad egocéntrica, pero no psicopática claramente distinguible.
- Nivel 11: Lo mismo que el nivel diez, pero esta vez con personalidad psicopática notable.
- Nivel 12: Psicópatas ansiosos de poder que asesinaron cuando se sintieron acorralados.
- Nivel 13: Psicópatas repletos de furia, los cuales perdieron el control de éste.
- Nivel 14: Conspiradores psicópatas despiadadamente egocéntricos, desean obtener un beneficio de alguien.
- Nivel 15: Psicópatas multihomicidas que en un día de estallido de furia («spree killing») matan a tantas personas se crucen por delante suyo a sangre fría.
- Nivel 16: Psicópatas que cometen varios o múltiples actos criminales, no se conforman con asesinar una vez y pueden incluir actos viciosos.
- Nivel 17: Asesinos seriales sexualmente perversos y torturadores-asesinos, aunque su finalidad principal es la violación pues el homicidio posterior es con el propósito de que la víctima no lo denuncie.
- Nivel 18: Homicidas que suelen torturar previamente a sus víctimas, aunque su principal motivación es el asesinato.
- Nivel 19: Psicópatas inclinados hacia el terrorismo, la subyugación, violación e intimidación.
- Nivel 20: Torturadores y asesinos psicóticos en quienes la tortura es la principal motivación.
- Nivel 21: Psicópatas interesados en extremo en la tortura, pero de quienes no se sabe a ciencia cierta si han cometido homicidios.
- Nivel 22: Torturadores extremos y asesinos psicopáticos, para quienes la tortura es la principal motivación. Sus crímenes involucran tortura sexual prolongada, seguida por el asesinato de sus víctimas.
Síndrome D
Según los investigadores, el factor o síndrome D estaría presente en los rasgos más oscuros de nuestra personalidad: el egoísmo, la agresividad, el maquiavelismo, el narcisismo, el sadismo, la psicopatía, la arrogancia o la malevolencia.