Pedro Nueno, profesor de la escuela de negocios IESE-Universidad de Navarra, presidente de la Escuela de Negocios Internacional China-Europa (Ceibs) y académico de número y presidente de la Sección de Ciencias Sociales de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), reflexiona sobre las oportunidades que se abren en los mercados emergentes para la empresa española y sobre la necesaria remodelación del actual modelo fiscal y administrativo en los artículos «Emprendiendo», «Preparando», «Avanzando» y «¿Webinareando?», que ha ido publicando en el diario «La Vanguardia» entre los pasados 24 de diciembre de 2022 y 15 de enero de 2023.
En «Emprendiendo», Nueno incide en la necesidad de la presencialidad tanto en las relaciones personales como en las profesionales y, de forma particular, en la formación, de la misma manera que en plena digitalización siguen siendo impensables las celebraciones familiares online. «La tecnología digital está permitiendo que mantengamos conversaciones viéndonos las caras, que veamos quiénes son los amigos de nuestros hermanos, hijos o nietos, los paisajes de los sitios donde están o las calles atascadas si están en Nueva York o en Shanghái (allí hay muchos más). Pero las cosas online no tienen nada que ver con las cosas presenciales. Los que nos dedicamos a la formación de directivos descubrimos que los programas online no son lo mismo que los programas en que todos están en un aula», explica.
En «Preparando», por otra parte, el académico recupera uno de los temas que ha venido abordando en los últimos meses en sus artículos: la necesidad de reformular tanto el actual modelo de jubilaciones como el sistema de pensiones en España ante la certeza de un envejecimiento acusado de la población y la falta de contribuyentes para mantener las prestaciones. «Si los estados están endeudados y el número de jubilados crece y se vive más, ¿dónde está el dinero para pagar pensiones durante 30 o 40 años? No queda más remedio que atrasar notablemente la edad de jubilación y crear el mayor número posible de puestos de trabajo que cobrando puedan contribuir a pagar pensiones. Ya sé que a nadie le gusta leer esto, que ya lo he dicho otras veces, pero hay que aceptar la realidad y ver cuál es la mejor forma de manejar los problemas que nos está preparando el futuro», señala.
En «Avanzando» vuelve a cuestionarse por el futuro del automóvil, adelantando que los motores híbridos son, hoy por hoy y al margen de legislaciones, la opción más realista de cara a un futuro inmediato. «¿Qué cosas nuevas veremos en los coches? Con la recuperación de la economía y el crecimiento de nuevos mercados como China e India tenemos miles de personas bien preparadas trabajando en I+D. En los años setenta Japón se convirtió en un gran líder tecnológico en el sector del automóvil, tanto en el diseño de nuevos modelos como en las innovaciones en su fabricación (entre ellos el famoso ‘just in time’, captaba ideas y sugerencias de todos los empleados). Ahora parece que Asia puede volver a ser el líder con China e India aportando mucha tecnología. Todos trabajan en modelos autónomos», asevera.
Por último, en «¿Webinareando?», Nueno reitera su apuesta por una educación de calidad en el que la relación entre profesor y alumno, o entre profesional y aspirante, sean personales, cara a cara, sin rechazar por ello las ventajas que ofrecen las sesiones online. «En el mundo de las escuelas de dirección de empresas estamos convencidos de que los programas presenciales aportan muchísimo más que los webinars. Conocer empresarios o profesionales participando en programas presenciales aporta contactos relevantes, compartir ideas, opiniones y experiencias que nadie expondría por internet. Sin duda, la conexión por internet puede añadir cosas muy positivas y hemos de pensar que hay millones de personas interesadas en aprender en lugares lejanos a los centros a los que les gustaría asistir y conectarse con frecuencia puede ayudarlos. No cabe duda de que el avance digital es útil, pero no nos olvidemos de la relación personal. De persona a persona, presencialmente, entre clase y clase, se puede hablar de temas discretos, llegar a acuerdos, generar amistades duraderas, y esto es muy difícil conseguirlo online», concluye.