Daniel Turbón, catedrático emérito de Antropología Física de la Universidad de Barcelona y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), ha publicado en el American Journal of Human Biology el trabajo «Quantitative discrimination of deformation in Fueguian crania», donde estudia junto a Alina Lucea y Miquel Salicrú el origen y las características antropomórficas de los primeros pobladores de Tierra de Fuego, en el extremo sur del continente americano. Las investigaciones científicas realizadas en los últimos 30 años han determinado que estas etnias no provienen de un grupo australoide, o ancestral, distinto de los amerindios ni tampoco presentan adaptaciones óseas diferentes, salvo las producidas por su largo aislamiento.

Los autores elaboraron y estudiaron 180 craneogramas (proyecciones ortogonales) de fueguinos, provenientes de diversas colecciones europeas y americanas, de autenticidad debidamente acreditada. Detectaron que había cráneos no deformados y cráneos deformados, en vida de los individuos, no de manera intencionada como en el caso de los patagones. Saber si están deformados o no es relevante en la  interpretación del origen de estas poblaciones, ya que algunos estudios han sugerido que estas deformaciones no son tales sino seres humanos paleomorfos, más antiguos que los actuales.

Los cráneos de un grupo en particular, el de los cazadores terrestres llamados selknam, presentan estructuras craneales de gran robustez, así como inclinación del hueso frontal. En un estudio previo ya se ha establecido que este reforzamiento del cráneo puede deberse a la expresión de los genes en un aislamiento de 10.000 años en Tierra de Fuego, donde habría aumentado el llamado efecto fundador o reproducción diferencial de un morfotipo determinado. En la etnia yámana (cazadores marinos) se han advertido leves aplanamientos de la parte superior de la cabeza que podrían corresponder a su actividad laboral.

Turbón es coordinador del Grupo de Innovación Docente de Biología y Cultura de la Universidad de Barcelona. Como investigador ha liderado 16 proyectos, siete de ellos de biología molecular. Actualmente investiga el origen del crecimiento y desarrollo humanos. Ha publicado 241 trabajos científicos y es autor, entre otros, de libros de referencia como «La evolución hu­mana» (Ariel, 2006) y «Darwin y el mono» (Sello Editorial, 2009).

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El Canal Beagle, habitat de los canoeros fueguinos

El Canal Beagle fue el habitat de los canoeros fueguinos. Recibe el nombre del navío de Robert FitzRoy quien lo exploró, en 1833, llevando a bordo a C.R. Darwin en un histórico viaje. Es un paso entre los océanos Atlántico y Pacífico que evita la ruta alternativa de doblar el peligroso Cabo de Hornos. En la fotografía: vista hacia el Est