Francisco López Muñoz, profesor de Farmacología y vicerrector de Investigación, Ciencia y Doctorado de la Universidad Camilo José Cela, miembro fundador del Comité de Observación del Observatorio de Derechos Humanos de España, académico correspondiente de la Real Academia de Medicina del País Vasco, miembro de la Academia de las Ciencias y las Artes Militares y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), aborda el origen y el desarrollo de dos de los principales superhéroes de ficción, Superman y Batman, en el artículo «El origen de Batman: la antítesis de Superman y sus vidas paralelas», que se publicó en el portal de divulgación científica The Conversation el pasado 21 de diciembre y ha sido reproducido en diversos medios digitales españoles e hispanoamericanos. López Muñoz firma este artículo junto a Francisco Pérez Fernández, profesor de Psicología Criminal, Psicología de la Delincuencia, Historia de la Psicología, Perfilación e investigador psicosocial de la Universidad Camilo José Cela.
«El dibujante neoyorkino Bob Kane (1915-1998) fue un adolescente apasionado por los cómics de prensa. Durante la enseñanza secundaria en el DeWitt Clinton High School hizo sus pinitos en el periódico escolar, donde coincidió con el excepcional artista Will Eisner (1917-2005). Estudió arte y entró como aprendiz en un estudio de animación. Se introdujo luego en el mundillo del comic con irregular éxito a causa de su falta de habilidad literaria, cosa que cambiaría en 1938, tras conocer a Bill Finger (1914-1974) durante una reunión de antiguos alumnos del DeWitt Clinton. Natural de Denver, Finger era un escritor talentoso, empleado en una zapatería, que siempre quiso ser guionista de cómics, por lo que la alianza entre ambos fue cosa lógica. Los creadores de Superman, Jerry Siegel (1914-1996) y Joe Shuster (1914-1992), eran otros dos adictos al cómic que habían creado las bases de su personaje ya en 1933, cuando vivían en Cleveland (Ohio). Al igual que Kane y Finger, habían compartido centro escolar, el Glenville High School. Mientras Siegel había soñado desde siempre con ser escritor, debutando en la revista del instituto, Shuster tenía un gran talento artístico; siempre quiso ser dibujante y, aunque era repartidor, colaboraba habitualmente como ilustrador con Siegel por pura afición», resumen los autores el origen de los creadores de ambos personajes.
López Muñoz y Pérez Fernández explican cómo Kane tenía ideas, pero no era escritor. «Lo ignoraba todo acerca de los relatos, la intrahistoria o las motivaciones del proyecto, pero tenía claro que su héroe no podía venir de otro planeta. Tratándose de un detective, se alejaría de la fantasía o la ciencia-ficción, pero tendría habilidades similares a las de Flash Gordon, que ya arrasaba en la prensa adulta. Encontró entre sus bocetos algo con lo que comenzar cuando recuperó un antiguo personaje desechado. El principal cambio que introdujo sería la capa: desde la infancia le había maravillado el ornitóptero de Leonardo da Vinci (1452-1519), cuyas alas podían ajustarse al cuerpo mediante un arnés y darle el aspecto surrealista de un hombre murciélago», señalan.
Así que fue Bill Finger, un autor meticuloso que ponía gran interés en la documentación y los detalles, quien se encargó de pulir el concepto y hacerlo funcionar. A partir de ahí, los dos autores refieren algunos de los paralelismos entre ambos superhéroes, propios del género, que le permitió retroalimentarse y las buscadas diferencias de Finger en el desarrollo de la creación de Kane para hacer de Batman un personaje alejado lo máximo posible de Superman y con una personalidad y una historia propias.
Reconocido divulgador de la historia contemporánea, la literatura española de los Siglos de Oro y la medicina y farmacología, López Muñoz es doctor en Medicina y Cirugía y doctor en Lengua y Literatura Españolas, especialista en Medicina Farmacéutica y diplomado en Estudios sobre el Holocausto por la Escuela Internacional para los Estudios del Holocausto de Yad Vashem, en Jerusalén. Es investigador del Instituto de Investigación Hospital 12 de Octubre de Madrid y miembro de prestigiosas academias científicas internacionales. Ha participado en numerosas investigaciones y es autor de monografías y artículos en sus áreas de investigación.