Pilar Bayer
Catedrática emérita de la Universidad de Barcelona, fundadora del Seminario de Teoría de Números de Barcelona y académica de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)
Artículo publicado en el diario «Ara» el 4 de agosto de 2020
Pilar Bayer, catedrática emérita de la Universidad de Barcelona y académica de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), protagoniza la sección «A contracorrent» que la periodista Txell Bonet publica en el diario «Ara». Pionera de la investigación matemática realizada por mujeres, Bayer explica en este artículo, publicado el pasado 4 de agosto, las dificultades que encontró para poder publicar su tesis por el simple hecho de no ser hombre y todo lo que le ha aportado personalmente la matemática. Además de los evidentes avances sociales que ha comportado una ciencia marcada históricamente por el tópico de no servir para nada.
«La pregunta más difícil que puedes hacer a un matemático es: ‘¿esto que estás haciendo, para qué servirá?’. Por buenos que fueran, ¿qué matemáticos en el siglo XVIII podían imaginar la aplicación de sus teoremas a las nuevas tecnologías? Leibniz pensó que con ceros y unos ya tenía suficiente para expresar todos los números, y creó el sistema binario, que decían que no servía para nada, y ahora medio mundo es digital. La comunidad científica sólo persigue el saber.
La investigación es muy neutra, y cuando aceleras ciertos procesos, optimizas funciones o haces el diseño de un algoritmo, el resultado se publica para todos y no sabes en que se aplicará. Los algoritmos no son patentados», explica la académica.
Bonet esboza la trayectoria personal y profesional de una investigadora volcada también en la formación y en la música, dos pasiones que la han acompañado toda su vida. Y la interroga sobre la cara oscura de los sistemas matemáticos en una ciencia social como la economía. «No acaban de funcionar. No puede ser bueno un sistema que hace infeliz tantísima gente. ¿Tiene sentido que las naciones estén endeudadas y todos sufran porque hay unas leyes de mercado que dicen que tal indicador no puede pasar aquí? ¿O el mercado de futuros, que es la aplicación de unas fórmulas brutales que sólo persiguen la ganancia económica y han convertido el mundo en un casino? Yo apuesto por la alfabetización matemática de la sociedad. En matemáticas te hartas de decir ‘me he equivocado’, ‘tengo que repetirlo’. Y no pasa nada. Hay problemas que están años y años sin ser resueltos, o incluso se prueba que no tienen solución, y es muy bonito, porque lo importante es lo que aprendes por el camino», señala.