La Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED) y la Fundación Pro Real Academia Europa de Doctores celebraron el pasado 14 de febrero en la sede académica la sesión «Islas Oceánicas del Pacífico Sur, pequeños observatorios del cambio». El acto, que se celebró en formato debate, contó con la participación de la reconocida oceanógrafa Ariadna Mecho, investigadora del Instituto Pierre-Simon Laplace; el académico de número José María Baldasano, catedrático de Ingeniería Ambiental de la Universidad Politécnica de Cataluña; el también académico numerario y miembro de la Junta de Gobierno de la RAED Jordi Martí, profesor de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Barcelona y director de su Máster en Verificación de Información no Financiera, y el académico de número y presidente del Instituto de Cooperación Internacional de la RAED José Ramón Calvo, asesor estratégico del Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación, que condujo el diálogo.
Los ponentes reflexionaron sobre la fragilidad de unos espacios que se encuentran en un momento crítico por diversos factores de estrés provocados por la presión humana, como la sobrepesca, el cambio climático, la basura o el turismo masificado. «Las islas oceánicas del Pacífico Sur poseen unos ecosistemas únicos a nivel de flora y fauna y están habitadas por poblaciones dependientes de los recursos locales, tanto a nivel económico como cultural. Algunas, como las Islas Galápagos y la Isla de Pascua, se pueden considerar casi prístinas, y son ideales para observar los cambios que se avecinan. Estos cambios, a nivel ecológico y a nivel de recursos, tendrán una repercusión directa sobre la gente que vive en ellas, por lo que la mejor manera de adaptarse al cambio es anticiparse con unos buenos planes de gestión y manejo de los recursos locales», señaló Mecho.
En este contexto, en la sesión se destacó cómo el Centro de Ecología y Manejo Sostenible de las Islas Oceánicas trabaja generando la base científica necesaria para una estrategia de conservación y manejo sostenible de los ecosistemas marinos asociados a los montes submarinos e islas oceánicas de Chile y el Pacífico, contribuyendo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible definidos por la Organización de las Naciones Unidas. Este centro desarrolla proyectos de investigación pluridisciplinares enfocados a la toma de decisiones en la gestión y conservación de estos espacios, con un modelo único integrando tierra y mar y considerando a las sociedades y culturas insulares como un elemento clave.
«La Oscilación Decadal del Pacífico es un patrón de temperatura en el Océano Pacífico que está aproximadamente de 20 a 30 años en fase fría o en fase cálida. Es un patrón robusto y recurrente de variabilidad climática océano-atmósfera. Es un fenómeno que se encuentra fundamentalmente en el Pacífico Norte, en contraposición al Niño, que afecta sobre todo al Pacífico tropical. Tiene dos fases entre las que suele alternar; normalmente permanece en una fase durante un periodo de tiempo significativo (tan corto como 10 y tan largo como 40 años). Sin embargo, no es inusual que estos periodos largos se rompan con intervalos en los que cambia de fases durante periodos entre 1 y 5 años», explicó Baldasano.
«Uno de los cambios llamativos que hoy se percibe y que ha permanecido de forma soterrada hasta hace muy poco es el nacimiento de un mar de los sargazos nuevo, situado más al sur a la altura de las islas del Caribe. Desde que los navegantes españoles llegaron a América empezaron a describir el denominado mar de los sargazos. Se trataba y se trata de una enorme masa vegetal de algas que puede tener una profundidad de tres metros y una extensión de cientos de kilómetros cuadrados. En este mar de los sargazos los galeones españoles podían quedar atrapados y no avanzar durante semanas. Era un trabajo enorme para las tripulaciones liberar a las naves encalladas entre las algas», añadió Martí señalando una de las muestras palpables del cambio climático.