Albert Biete, presidente de la Asociación de Profesores Universitarios de Radiología y Medicina Física y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), ingresó como académico de número de la Real Academia de Medicina de Cataluña el pasado 2 de octubre durante una solemne sesión que se celebró en la sede académica. El recipiendario leyó el discurso de ingreso «Les radiacions ionitzants en la terapèutica mèdica i la docència». Le respondió la académica de número de la Real Academia de Medicina Francesca Pons.
Tras repasar de forma sucinta la evolución de la radiología y los diferentes diagnósticos de imagen a lo largo de su historia, junto a su propia práctica profesional, Biete se detuvo en una evaluación de los diferentes tratamientos radiológicos contra el cáncer desde hace ya un siglo y el reto de estar médicamente y organizativamente a la altura de los avances técnicos, ya que la experiencia señala que las especialidades han tendido a adaptarse lentamente a los nuevos tratamientos que han ido surgiendo en el ámbito de la oncología.
«Como todas las especialidades médicas, la Oncología Radioterápica se adapta a la evolución de la medicina, sobre todo en los avances en terapéutica. La radioterapia en el tratamiento del cáncer ya ha sobrepasado más de cien años de utilización y las previsiones parecen asegurarse unos cuantos más, pero debemos tener presente que un día, no sé si todavía lejano, la prevención u otros tipos de tratamiento más sencillos y efectivos, reducirán o desplazarán su uso. Tampoco se escapa de la incertidumbre en el futuro la especialidad hermana, la Oncología Médica. Como especialidad nosológica, centrada en el cáncer, puede desempeñar un papel diferente, incluso más restringido, el día en que las enfermedades neoplásicas malignas tengan un tratamiento farmacológico mucho más sencillo y efectivo. Así ocurrió con la Tisiología, a pesar de que la tuberculosis, en sus diferentes formas y localizaciones, sigue siendo un problema sanitario en nuestro país», señaló.
El recipiendario se detuvo asimismo, como señalaba el título de su discurso, en la docencia de la Oncología Radioterápica, centrándose en la enseñanza de la especialidad en Cataluña y refiriéndose a los pioneros y grandes precursores de la especialidad. «La integración e interacción de especialidades médicas, áreas de conocimiento y departamentos universitarios es especialmente compleja en nuestro caso, en el que se juntan ámbitos diagnósticos, nosológicos y terapéuticos. De hecho, no sé si existe otra área de conocimiento universitaria en el ámbito de las ciencias de la salud que incluya simultáneamente materias diagnósticas, terapéuticas y rehabilitadoras», consideró.
Biete analizó los actuales planes de estudio en las universidades españolas, comparándolos con los de los principales países occidentales, y dedicó un último espacio a analizar los retos de la especialidad y los últimos avances técnicos que marcarán su evolución en los próximos años.