Joaquín Callabed, presidente del Club de Pediatría Social, académico correspondiente de la Real Academia de Medicina de Cataluña y académico de número y vicepresidente de la Sección de Ciencias de la Salud de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), aborda la historia del pensamiento moderno y contemporáneo en los artículos «Kant, el pacifista fundador del criticismo», «John Locke, padre del liberalismo», «El ideario empirista de David Hume», «Las útiles enseñanzas de René Descartes», «La libertad según Rousseau» y «La voluntad según Arthur Schopenhauer«, publicados entre los pasados 28 de febrero y 11 de marzo en la sección «Lectores expertos» de la edición digital del diario «La Vanguardia», de cuya comunidad de lectores forma parte activa.
En «Kant, el pacifista fundador del criticismo», el académico esboza la figura del que considera el fundador de la filosofía crítica moderna. «En la primera mitad del siglo XVIII, la filosofía, el arte y la ciencia tienen un marcado carácter inglés y francés. La Ilustración alemana también ocupa un papel relevante. Kant fue preceptor de familias en la Prusia Oriental. Representante del criticismo y precursor del idealismo alemán. Fundador de la filosofía crítica moderna. Pacifista. Tiene influencias de Platón, Hume y Rousseau«, explica.
Por otra parte, en «John Locke, padre del liberalismo», Callabed se detiene en quien está considerado el padre del liberalismo político. «Fue filósofo y médico gran pensador en el campo de los estudios políticos, religiosos y pedagógicos. Estudió en la Universidad de Oxford. Amplió estudios de física y química. Su amistad con lord Anthony Ashley fue muy importante en su carrera. Tuvo influencias de Platón y Aristóteles, Descartes y Bacon. Su teoría del Contrato Social influyó en Rousseau, Voltaire y en la Declaración de Independencia de Estados Unidos de América. Locke fue un notable representante del siglo XVIII inglés de la filosofía y de la ciencia que asumió la función de guía de la cultura europea», señala.
El presidente del Club de Pediatría Social aborda en «El ideario empirista de David Hume» la figura del filósofo, economista, sociólogo, historiador, ensayista y escritor escocés del siglo XVIII que realizó importantes contribuciones a la filosofía moral. «Como filósofo empirista, Hume sostiene que todo conocimiento en última instancia procede de la experiencia; sea de la experiencia externa, vale decir, la que proviene de los sentidos, como la vista, el oído, etc., sea de la experiencia íntima, la propia experiencia. Su empirismo le orientó hacia una posición abiertamente ilustrada y fue uno de los máximos representantes del empirismo británico», afirma.
En «Las útiles enseñanzas de René Descartes», el académico repasa la trayectoria e influencias que dejó en el pensamiento occidental el autor del «Discurso del método». «Dijo que el método matemático es el único camino seguro para el descubrimiento de la verdad. Buscaba las causas y las significaciones para alcanzar verdades fuera de todo cuestionamiento. Por ello implantó como método para llegar a la verdad científica la duda metódica. Aportó con su filosofía su concepción de hombre como ser capaz de aprehender con la razón la íntima estructura de él mismo y del mundo y remitir este conocimiento a la construcción del ‘regnum hominis'», analiza.
En «La libertad según Rousseau», el experto se detiene en la figura de este escritor, pedagogo, filósofo, músico, botánico y naturalista que fue uno de los grandes representantes de la Ilustración y cuyas ideas políticas influyeron decisivamente en la Revolución Francesa, pero también un impulsor de la pedagogía contemporánea. «Ha sido uno de los filósofos más influyentes desde Platón a nuestros días. Sus obras más importantes son ‘Emilio’ y ‘El contrato social’. Sus ideas dieron un giro importante a la pedagogía, centrándolas en la evolución natural del niño. Potenció la lactancia materna y desaconsejó que los niños fueran criados por nodrizas. Pitágoras había dicho que ‘el niño recién nacido no tendrá otra nodriza que su madre'», recuerda.
Por último, en «La voluntad según Arthur Schopenhauer«, Callabed recuerda al que considera el primer gran filósofo occidental que puso en contacto los pensamientos de su época con los de Oriente Lejano, con influencias de Kant, Platón, Spinoza, Baltasar Gracián y la literatura hindú. «Schopenhauer presenta un sistema filosófico que comprendía una sola metafísica como fundamento único de la realidad. La característica principal de todas las cosas, incluidos los seres humanos, es la voluntad, la cual es ciega, irracional, absurda y fuente de inmensos sufrimientos en el mundo. Todo es voluntad, apunta Schopenhauer, para hablar de los conflictos individuales y colectivos», concluye.