August Corominas
Profesor de la Universidad de Murcia y de la Universidad Autónoma de Barcelona y académico emérito y miembro del Senado de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)

August Corominas, profesor de Fisiología Humana de la Universidad de Murcia y de la Universidad Autónoma de Barcelona y académico emérito y miembro del Senado de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), comparte con la comunidad académica el artículo «Las dos biosferas», una reflexión sobre los efectos que están trayendo consigo la conjunción de la pandemia de la Covid-19 y la actual crisis climática. Un artículo que se suma a sus recientes reflexiones sobre los efectos del clima en la salud publicadas también en la web de la RAED: «Efectos directos e indirectos del cambio climático sobre la salud humana«, «Salud humana, hábitat y cambio climático« , «Emergencia sanitaria, degradación ecológica, enfermedad y muerte«, «Una hidrosfera contaminada» y «El hombre, la muerte y la biosfera».

Las dos biosferas

Las dos biosferas: la biosfera protectora y amable, mágica. Un paraíso, un Edén, estética, inspiradora de pintores y artistas, divertida climatología de estacionalidad. Y la biosfera deteriorada y destructora, agresiva, espectacular, metafóricamente furiosa y vengativa responsable de emergencias climatológicas. Y el hombre destructor de ecosistemas y de ecotriopía. El concepto Gaia (diosa de la fertilidad), una hipótesis introducida por James Lovelock, interpreta al planeta Tierra como superorganismo. La biosfera es nuestra casa, la humanidad depende de los factores geofísicos de la biosfera.

La biosfera, a lo largo del tiempo, ha tenido seis extinciones masivas. ¿Cómo ha pervivido la biosfera en los 4.000 millones de años que tiene de existencia y cómo ha cambiado los últimos 10 años con la deforestación y destrucción de ecosistemas? Ahora, precisamente ahora, la humanidad lo paga con pandemias mortales que matan a millones de personas. Si seguimos así vamos hacia un apocalipsis.

La biosfera nos protege, nos alimenta, nos proporciona el oxígeno que respiramos y evita agresiones de todo tipo; sin embargo, las normales manifestaciones de los climas producen patologías independientemente del cambio climático que hemos considerado ya en otras publicaciones.

Debemos distinguir dos vertientes de la biosfera. La biosfera amable, protectora, bella, con paisajes maravillosos tanto en los paisajes marinos como en las inmensas montañas, prados y bosques. Por el contrario, tenemos la biosfera afectada por el cambio climático y el efecto invernadero, que como si estuviera revolucionara explota y aparecen toda clase de emergencias climática y nos castiga con importantes patologías y con la muerte: Dana, inundaciones, incendios, enfermedades ambientales, zoonosis y muchísimo más. Es la biosfera deteriorada sobre la que se ha producido un impacto humano y que ha sufrido la acción ecotrópica de los depredadores humanos, destructores de biosfera. La ecotropía es la acción de destruir ecosistemas exprofeso. Por otro lado, la biosfera también se degrada por contaminación genética, bacterias, composición gaseosa de la atmósfera…

August Corominas

Dr. August Corominas

En 1976 dirigí una monografía en la Universidad de Murcia titulada «Patología ambiental y espacial» junto a otros profesores. Posteriormente, en Barcelona publicamos un nuevo tratado de patología ambiental básica y aplicada con el Pedro Martínez Carpio que se utilizó como compendio base para un curso del Colegio de Médicos.

En este curso tratamos de toda la fisiopatología ambiental, adaptacional y la cronobiología, biometeorología y bioclimatología, medicina aerocosmonáutica, medicina de montaña, medicina subacuática, accidentes de buceo y de la descompresión, enfermedades por agentes físicos, cambios térmicos, lesiones por fuego, radioactividad, líneas de alta tensión y enfermedades por agentes químicos y biológicos. Solemos separar la climatopatología o estacionalidades climatológicas de las manifestaciones y sus patologías meteorológicas biosféricas.

En las climopatologías (enfermedades estacionales) deferimos las entidades de

Primavera

  • Alergias, polen
  • Picaduras de serpientes
  • Deportes de primavera
  • Traumatismos ciclistas y de esquí

Verano

  • Diarreas
  • Otitis
  • Síndrome maniacodepresivo
  • Suicidio
  • Quemaduras solares
  • Picaduras de medusa
  • Accidentes de buceo
  • Accidentes aueronáuticos
  • Zoonosis
  • Patología hídrica infecciosa

Otoño

  • Gripe
  • Rinitis
  • Neumología

Invierno

  • Gripe
  • Rinitis
  • Faringitis
  • Neumonía
  • Depresión
  • Biogerontollogía (incremento de la muerte de gente mayor)

Las patologías con el clima normal son mucho más banales que con lesiones posteriores a las emergencias climáticas. Siempre recordaré de niño a mi abuela (reumática crónica) que decía: «Eesta tarde lloverá». Y acertaba. También recuerdo que nos fijábamos en un rebaño de vacas que antes de venir una tormenta con electricidad se movía con inquietud e irritación.

Agentes físicos

  • Ruido
  • Vibraciones
  • Blast (ondas)
  • Térmicos (hipotermia, hipertermia)
  • Congelación
  • Dolor de montaña
  • Hipoxemia. Cefaleas de altura
  • Insolación. Golpe de calor
  • Quemaduras
  • Electrocución
  • Radiación solar
  • Radiaciones ionizantes

Fisiología del medio acuático

  • Hipoxia hiperbárica
  • Enfermedad descompresiva
  • Intoxicación por oxígeno comprimido
  • Narcosis nitrogenada
  • Accidentes disbáricos
  • Lesiones producidas por fauna marina
  • Accidentes por sumersión

Adaptación a cambios térmicos

  • Radiación
  • Conducción
  • Convecciones
  • Evaporación
  • Hipotermia accidental
  • Hipotermia por inmersión
  • Calambres por calor
  • Insolación
  • Golpe de calor

Lesiones por fuego

  • Elocución
  • Fulguración
  • Quemaduras térmicas, químicas o eléctricas
  • Radiación solar
  • Radiación X
  • Líneas alta tensión

Enfermedades por agentes biológicos

  • Agresiones animales

Contaminación ambiental

  • Catástrofe ambiental
  • Cataclismo
  • Guerra química
  • Bioterrorismo
  • Guerra bacteriológica
  • Armas biológicas

Agentes químicos

  • Gases atmosféricos
  • Tóxicos inhalados
  • Gases irritantes
  • Gases asfixiantes (gases de guerra)
  • Contaminación ambiental
  • Catástrofes nuclear (guerra o accidente)
  • Guerra Química

Guerra bacteriológica, biológica, terrorismo

  • Carbunco, viruela
  • Ébola, botulismo
  • Cólera, salmonela

Aglomeraciones humanas

  • Botellones
  • Fútbol u otros deportes con gran asistencia

Cronofisiología y cronopatología

  • Disfunción de ritmos biológicos, desincronosis, jetlag
  • Insomnio
  • Aceleraciones (positivas y negativas)

Metereopatía

Nuestra experiencia y ubicación geográfica, así como por determinados hábitos alimenticios y a veces un estilo de vida sedentario, los fenómenos meteorológicos asociados a disfunciones meteoropáticas más fácilmente constatables son los electrometeores o meteoros eléctricos, los que por su naturaleza eléctrica son precedidos de un cambio brusco en la ionización de superficie, saturando la composición de los gases atmosféricos (aire que respiramos) con una marcada presencia de Irons positivos que alteran el funcionamiento eléctrico de nuestro sistema nervioso.

En este sentido, la comunicación y/o transmisión de una neurona a otra de lo que llamamos impulso es electroquímica (transmisión saltatoria del impulso nervioso). Por ello, la saturación ambiental de iones positivos puede derivar en asincronías o desajustes en la neurored.

El sistema nervioso busca deshacerse de la sobrecarga electroiónica positiva para restablecer su equilibrio sincrónico. Quizás esta es una de las razones por las que realiza descargas electroquímicas (o de vaciamiento) en la fisiología del cuerpo, alterando tanto las funciones orgánicas vitales o básicas, como notoriamente el ritmo y curso del pensamiento (flujo de ideas, imágenes sensoriales o sin percepción, etc…).

Entre los síntomas más habituales, encontramos:

Psicológicos (anímicos y funcionales)

  • Inquietud, ansiedad
  • Irritabilidad, descenso del umbral de tolerancia a los estímulos externos
  • Sentimientos de agresión repentinos
  • Sensación de embote
  • Dificultad para la concentración de atención voluntaria
  • Taquipsiquia
  • Bradipsiquia
  • Fuga de ideas episódica
  • Aumento de los intentos de suicidio
  • Reacciones depresivas
  • Alteración del ciclo sueño-vigilia, insomnio

Sin perceptivos

  • Alteraciones de la motricidad fina
  • Mareos, tendencia a la pérdida del equilibrio
  • Sensación de estar cayendo (algunas personas la describen como aleteo de mariposas en el estómago)
  • Sensación de carencia de aire o dificultad para respirar (agitación)

Neurológicos

  • Crisis epilépticas
  • Crisis de migraña

Oculares

  • Repentina visión borrosa
  • Irritación ocular (ardor)

Irritación de mucosas

  • Nasales (rinitis aguda, estornudos aislados, prurito)
  • Faringias (tos, sequedad, molestia al tragar)
  • Estomacales (ardor, acidas, reflujo)
  • Intestinales (flatulencia/meteorismos, diarrea, inflamación)
  • Pulmonares (espasmo bronquial)

Epidérmicos

  • Irritación, prurito
  • Eczemas
  • Ulceraciones
  • Sequedad, agrietamiento
  • Agudización episódica de sintomatología de afecciones dérmicas de tipo alérgico

Respiratorios

  • Agudización de insuficiencia respiratoria en enfermedad obstructiva crónica Epoc
  • Agudización de sintomatología asmática

Sistema circulatorio

  • Descenso de la presión arterial (hipotensión), ocasional lipotimia
  • Incremento de la presión arterial (hipertensión nerviosa)
  • Accidentes cerebrovasculares

Cardíacos

  • Palpitaciones
  • Bradicardia
  • Taquicardia
  • Dolores anginosos

Funcionales del aparato muscular

  • Espasmo muscular
  • Sensación de Incremento y/o disminución de fuerza muscular

Funcionales del aparato esquelético

  • Inflamación, dolor en cartílagos
  • Agudización del dolor en afecciones artrósicas
  • Dolores reumáticos

Generales

  • Repentina y temporaria agudización de afecciones crónicas (prevalentes), aún de aquellas en curso de tratamiento y/o en proceso de remisión
  • Hipersensibilidad postquirúrgica (hasta aproximadamente cinco años posteriores a la cirugía)

Entre los principales factores convergentes que predisponen la aparición de este síndrome meteoropático se han detectado:

  • Estrés prolongado
  • Descanso inadecuado o escaso
  • Sedentarismo (escasa actividad física)
  • Hábitos alimenticios con exceso de grasas animales, condimentos y/o aliños picantes y/o irritantes del aparato gastrointestinal, consumo de bebidas alcohólicas, consumo de bebidas derivadas de fermentación (cerveza, vinos) o bajo consumo de agua.

La solución debe venir de decisiones políticas locales, regionales y globales y un cambio del actual modelo socioeconómico y energético. Del esfuerzo conjunto de los gobiernos, las autoridades municipales, del sector privado, de la sociedad civil y otras organizaciones para desarrollar conjuntamente y de forma acelerada soluciones ambiciosas en las siguientes áreas:

  • Transición energética global hacia energías renovables, favoreciendo el autoconsumo, que realice una reducción total de las emisiones, la Unión Europea marca un objetivo de neutralidad en carbono para el año 2050, previo objetivo para el año 2030
  • Creación de infraestructuras resiliente
  • Adaptación de las ciudades a un modelo sostenible y resiliente
  • Establecimiento de una agricultura sostenible
  • Establecer progresivamente un sistema de transporte de cero emisiones, mediante su electrificación
  • Planes de adaptación a los impactos climáticos, especialmente del conjunto de elementos que conforman nuestro sistema de infraestructuras (sistemas de generación eléctrica, sistemas de comunicación y transporte, regadíos, abastecimiento de agua, de protección y ordenación urbanística, etc…)
  • Convergencia de una financiación pública y privada para conseguir una economía de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero
  • Fomentar la reforestación, para aumentar la captación del CO2 atmosférico
  • Plan de seguimiento del desarrollo del cambio climático y sus impactos

Conclusiones (RAED)

Es necesario ser consciente de que es imposible revertir la dinámica del cambio climático actual, y efectivamente se está en una situación de emergencia climática. Cataluña ya está viéndose afectada de forma muy importante, y lo estará más en un futuro inmediato. Cataluña se encuentra en una zona territorial muy vulnerable al cambio climático actual. Esto implica que debemos adoptar y aplicar, lo antes posible, una política que debe ser prioritariamente tanto de mitigación, es decir, de reducción de las emisiones de los gases de efecto invernadero, cuanto antes, como de adaptación para amortiguar y limitar al máximo los efectos negativos.

Bibliografía

• «Meteoropathy: a syndrome continuously on the increase». Balsamo V, Sirtori PG, Miani A Jr, Di Francesco A, Franceschini R, Mauro F, Alberti G, Grassi G.; Clin Ter. 1992 Jul;141(7):3-8. PMID 1505175

• «Efectes del factors atmosfèrics en la presentació de cerebrovascular accidents». López del Val L J, Rubio I, Calatayud V, López del Val JA, Sánchez I.; Neurologia. 1991 Feb;6(2):52-5. PMID 1863464

• «Ischemic cerebrovascular accident and climatologic factors». Palau Sánchez A, Gràcia Fleta F, Leiva Santana C.; Arch Neurobiol (Madr). 1989 May-Jun;52(3):161-5. PMID 2774806

• «Biometeorologia i bioclimatologia clínica: fonaments, aplicacions clíniques i l’estat actual d’aquestes ciències». PA Martínez-Carpi. Vol. 32. Núm. 05. 30 de setembre de 2003]

• «Patologia ambiental bàsica i aplicada». Augusto Corominas Vilardell, Pedro Antonio Martínez Carpio. Col·legi Oficial de Metges de Barcelona. Centre d’Estudis Col·legials, 2003 – 178 pàgines.