Joaquín Callabed, presidente del Club de Pediatría Social, académico correspondiente de la Real Academia de Medicina de Cataluña y académico de número y vicepresidente de la Sección de Ciencias de la Salud de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), evoca su visita al Museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo en la fotogalería «Descubre el santuario de los pueblos abandonados del Pirineo aragonés», que publicó el pasado 31 de agosto en la edición digital del diario «La Vanguardia», de cuya comunidad de lectores forma parte activa. El académico presenta un conjunto de imágenes de todo tipo de objetos de la vida cotidiana procedentes de pueblos abandonados del Pirineo aragonés que alberga este museo.
«El Museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo se fundó en 1979. Ubicado en el Puente de Sabiñánigo, está formado por dos casas con tres plantas, unidas por un voladizo. En un marco emblemático como es la Casa Batanero, del siglo XIX, se ordenan más de 3.000 piezas», inicia el académico su presentación, trufada de fotos de todos los objetos de la vida diaria tradicional de estos pueblos, testimonios de una vida ya desaparecida, desde utensilios de cocina propios del hogar de leña a diferentes aperos y labranza con animales ya en desuso.
En cuanto a la parte artística de la muestra, Callabed refiere los dibujos etnográficos de Julio Gavín, visionario e impulsor del museo a través de la Asociación de Amigos del Serrablo; una colección de fotografías de Javier Ara y, lógicamente, la sección dedicada artista oscense Ángel Orensanz, que donó la Casa Batanero, y contiene obra suya en metal y cerámica. Cada dos años el museo convoca un premio internacional de escultura que lleva su nombre. «El museo fue muy bien considerado por Julio Caro Baroja. Está bien atendido y con numerosas publicaciones que hacen referencia a los temas expuestos. Un aplauso», concluye.