Alfredo Rocafort, presidente de la RAED, participará como invitado de esta Solemne Sesión de Apertura
La Real Academia de Doctores de España (RADE) celebrará el próximo 17 de octubre su Solemne Apertura del Curso Académico 2018-2019 en un acto que estará encabezado por su presidente, Antonio Bascones, y que se celebrará en el Salón de Actos del Ministerio de Educación y Formación Profesional. La sesión acogerá la conferencia de apertura «La bioinspiración como herramienta de la tecnología», que pronunciará el académico de número de la institución Arturo Romero. Alfredo Rocafort, presidente de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), participará como invitado.
La RADE tiene sus orígenes en el primer Congreso Oficial de Doctores, celebrado en el Paraninfo de la Universidad de Madrid en 1915. Allí nació la Federación Nacional de Doctores, de la que surgió, ya en 1922, la Academia de Doctores de Madrid, presidida por Ignacio Bauer. Por orden de 9 de julio de 1959 se le concedió carácter oficial. Al extenderse a todas las universidades el derecho a expedir el título de doctor, el nombre de la Academia se modificó a Academia de Doctores y el 6 de julio de 1984 la Secretaría de la Casa de Su Majestad el Rey comunicó la autorización para anteponer el título de Real.
La Academia, según sus Estatutos actuales, debe contribuir al desarrollo de las ciencias, las letras, las artes y de todo aquello que tienda a la difusión de la cultura; actuar como entidad científica, técnica y cultural, para la coordinación interdisciplinar; servir de nexo entre sus miembros y los doctores de otros países para promover el intercambio cultural y las relaciones entre entidades científicas; Fomentar la colaboración con otras Reales Academias, así como con las corporaciones, organismos o instituciones que tengan entre sus fines el estudio, la investigación y la enseñanza; asesorar a los entes públicos y privados que lo soliciten sobre cualquier asunto inherente a la cultura, la ciencia y la tecnología.
Asimismo, debe defender la dignificación del título de doctor, tanto en las exigencias para su obtención, como en su legítima ostentación y el ejercicio de sus prerrogativas; promover, por propia iniciativa o a instancias de entes públicos o privados, criterios, iniciativas y opiniones que, por su carácter multidisciplinar, excedan de las competencias específicas de sus diferentes secciones.