Rosalía Arteaga
Expresidenta y exministra de Educación de Ecuador, presidenta de la Fundación para el Desarrollo de América Latina y académica de honor de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)
Artículo publicado en el diario «ABC» el 22 de junio de 2021
Rosalía Arteaga, expresidenta y exministra de Educación de Ecuador, presidenta de la Fundación para el Desarrollo de América Latina, reconocida activista por la educación y la infancia y académica de honor de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), reflexiona sobre el futuro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a la que presentó su candidatura con carácter informal y el respaldo de la organización juvenil Forward, y los retos que afronta la humanidad en su lucha contra la desigualdad y la crisis climática en un artículo publicado por el diario «ABC» el pasado 22 de junio con motivo de su reciente visita a Madrid.
En su valoración sobre su candidatura a la ONU -no reconocida por el organismo internacional, que revalidó el mandato de su único candidato formal, el presidente en el cargo António Guterres-, Arteaga señala que su voluntad de presentarse únicamente arropada por una asociación internacional de jóvenes se debe a su apoyo incondicional a la juventud y la sociedad civil. «Estos tiempos son de la sociedad civil y el camino a seguir está reconocido en la normativa de la ONU aunque se hagan los distraídos y ni siquiera la hayan considerado. Hay que abrir un camino de renovación porque estamos en el siglo XXI. Hay que cambiar las cosas, desde dentro y desde fuera de la ONU», considera.
Dra. Rosalia Artetaga
Abundando en estos argumentos, para la académica de honor la ONU debe reformularse para adaptarse a la nueva realidad internacional y las demandas y necesidades de los ciudadanos. «Las administraciones locales están más cerca de la población y de sus demandas, que varían en función de sus propias características y localizaciones. En este contexto, hay que potenciar los gobiernos locales. El origen de la creación de la ONU fue evitar una tercera guerra mundial. Hoy, la amenaza de las guerras son las pandemias, el escenario es diferente. La ONU debería preguntarse qué es y qué quiere ser», explica.
Arteaga concluye su reflexión refiriéndose a los que considera deberían ser los grandes temas de la agenda internacional: la lucha contra la desigualdad a través de la educación, el papel activo de la mujer en la vida pública y los cargos laborales de responsabilidad y la lucha contra el cambio climático y la protección medioambiental, clave para el bienestar de las futuras generaciones. En este sentido impulsa programas y apoya entidades que impulsan estas tres líneas de trabajo.
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