Teresa Freixes
Catedrática de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Barcelona y académica de número y vicepresidenta de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)

Dra. Teresa Freixes

Dra. Teresa Freixes

Teresa Freixes, académica de número y vicepresidenta de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), señala en «We the people», la entrada que publicó en su blog personal (teresafreixes.wordpress.com) el pasado 15 de agosto, las contradicciones de la política estadounidense, que aborda una intensa campaña electoral de cara a unas presidenciales de resultado incierto donde el origen étnico de la candidata a la vicepresidencia por el Partido Demócrata, Kamala Harris, se erige como uno de los principales puntos de debate, más allá de los programas políticos o de importantes retos del país, empezando por la gestión de la pandemia y la recuperación económica.

«Resulta que la gran discusión no va sobre programas políticos, o sobre cómo afrontar las consecuencias socioeconómicas de la pandemia de la Covid-19. Tampoco se sitúa acerca de la valía personal de los candidatos. No. La gran discusión aparece acerca de si la señora Harris es negra, afroamericana, india, jamaicana o todo a la vez. O sobre si la señora Harris, al ser hija de inmigrantes (muy cualificados pero inmigrantes) cumple o no con los requisitos para poder ocupar el cargo al que aspira. Que haya sido una de las fiscales de mayor prestigio en California y que actualmente sea un valor en alza como senadora parece una nimiedad», considera la académica.

Kamala Harris

Kamala Harris

Freixes señala la contradicción de que en un país conformado como crisol de etnias, credos y nacionalidades surja ahora este debate que no es sino una cara más del populismo que se da y se ha venido dando a lo largo de las últimas décadas en Occidente. «Buscar orígenes ‘puros’, cual arios redivivos, es más propio de nefastas ideologías importadas. Pero en este mundo en el que, artificialmente, todo se ha ‘racializado’ como si la raza fuera el elemento de legitimidad política, desbancando las propuestas sobre lo que verdaderamente incide en la vida de la ciudadanía y echando mano de los diversos populismos en boga… en este mundo es mejor distraer a la opinión pública con estos temas, no fuera caso que se preocupara por los que de verdad le atañen», concluye.

 

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