Miquel Ventura, director de proyectos de la Fundación Pro Real Academia Europea de Doctores e impulsor del proyecto de observación y protección de la biodiversidad marina Silmar, presenta a la comunidad académica el artículo «Si la naturaleza es la respuesta», donde aborda los proyectos de la Fundación y su labor de salvaguarda del patrimonio natural a través de su estudio y conocimiento.
Si la naturaleza es la respuesta
Recuerdo como me inspiró a reflexionar mi buen amigo Jorge Wagensberg (1948-2018) en su libro «Si la naturaleza es la respuesta, ¿Cuál era la pregunta? y otros quinientos pensamientos sobre la incertidumbre». Un excelente compendio de retos intelectuales para inquietos del saber; una fusión de ideas y pensamientos fruto de sus múltiples artículos, libros y conferencias donde él rescató, con gran sabiduría, la esencia de sus aportaciones intelectuales que podrían sintetizarse en un pensamiento afortunado, donde cristaliza y atrapa en una frase la «cuestión primordial».
Como él expresaba en el prólogo del libro, «son frases que concentran bien una idea y así, por una selección más natural que artificial, los pensamientos compactos acaban ganándose el puesto y las buenas ideas pueden formularse en una sola frase para preguntarse cosas y dar respuestas a la realidad». El libro estructurado en cuatro partes
sugiere un asedio ordenado de lo que verdaderamente es importante y nos intriga de nuestro complejo entorno: la realidad (¿es el azar un producto de nuestra ignorancia o un derecho intrínseco de la naturaleza?), la vida (un raro estado de la materia inerte), el conocimiento (una representación finita de una complejidad infinita transmisible por vía no genética) y la civilización (la ética es la estética del comportamiento). En ciertos momentos la obra se torna un vademécum de reflexiones autosuficientes, por momentos, un pequeño tratado con mínimos desarrollos lógicos, estos quinientos pensamientos sobre la incertidumbre sorprenden por lo novedoso de su perspectiva y por la agudeza con que tratan del azar y del tiempo, del arte y de la ciencia como formas complementarias de conocimiento, o de la convivencia y la transmisión del saber cómo pilares de una comunidad civilizada.
Vayamos ahora a analizar el reto que esconde el título del libro del profesor Wagensberg. «Si la naturaleza es la respuesta, ¿cuál era la pregunta?». La humanidad en su reciente periplo existencial vagando por el planeta Tierra ha creado, gracias a su ingenio e instinto de supervivencia, un mundo altamente complejo e interdependiente que es muy hostil con la naturaleza. Hoy nadie en su sano juicio duda de que para sobrevivir, progresar y perdurar como civilización debemos aprender de la naturaleza en su sentido más amplio, desde la mecánica cuántica de las partículas subatómicas, la organización de las formas de vida de la biosfera, hasta del reto espacio-tiempo y la gravedad que reina en el universo, pasando por todas las disciplinas del conocimiento humano y, al final, siempre volveremos la mirada a la insondable sabia naturaleza para seguir aprendiendo de ella y perdurar.
Si ahora nos fijamos en la segunda parte del título del libro… ¿Cuál era la pregunta?, esta se lanzó de manera perspicaz por parte del autor pues puede formularse desde multitud de propuestas y enunciaciones, dependiendo de las inquietudes, retos o necesidades para quien o quienes deban formularse. Esa fue la intención del sabio Wagensberg. Nos dio de forma inteligente la respuesta existencial que a todos nos atañe y nos invitó a preguntarnos, a cada uno de nosotros, los terráqueos, cuál es nuestra realidad y como debemos actuar a través de las preguntas más importantes de nuestra existencia y nuestra continuidad como especie.
Desde la Fundación de la Real Academia Europea de Doctores sabemos muy bien que «la naturaleza es la respuesta» al futuro de la humanidad y es a través del conocimiento y la acción que buscamos inspirar a la sociedad para aprender a vivir de forma respetuosa con nuestro entorno siendo responsables con el derecho de las futuras generaciones a vivir en dignidad en un planeta sano.
En la Fundación somos consecuentes con la culta invitación intelectual del profesor y nuestras preguntas se formulan y responden a través de los proyectos que impulsamos: Retos Vitales para una Nueva Era, Mar de Esperanza, la red Silmar y, entre otros, el proyecto Biospher. Todos ellos son una invitación a la acción social colectiva en el propósito de mejorar el mundo desde la excelencia y el conocimiento.
Para seguir estimulando al lector a que reflexione sobre el magnífico título del libro del doctor Wagenberg adjunto tres imágenes que valen más que mil palabras de algunas de las acciones que impulsamos desde nuestra organización para comprender mejor que la naturaleza es la respuesta a casi todas nuestras preguntas.