Francisco González Redondo

Francisco González Redondo

Francisco González Redondo, profesor de Historia de la Ciencia en la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid y colaborador de la Real Academia Europea de Doctores (RAED), ha presentado a lo largo de este verano en instituciones de diversas ciudades, específicamente de Cantabria, la conferencia «La mujer en la edad de plata de la ciencia española», que se suma a su reciente ponencia «La edad de plata de la ciencia española. Del desastre del 98 a la convergencia europea durante la República», en la que el experto reivindicaba las figuras de los dos únicos catedráticos de universidad españoles que ya ejercían durante la República y que pudieron ser rehabilitados tras el franquismo: Francisco Giral y Augusto Pérez-Vitoria. En este caso, González Redondo aborda las figuras de pioneras de la ciencia española como María de Maeztu, Elisa Soriano Fischer, Felisa Martín Bravo o Carmen Martínez Sánchez, entre otras.

Enmarcada en el primer tercio del siglo XX, entre las generaciones del 98, del 14 y del 27, y articulada en torno a la Institución Libre de Enseñanza, se considera como edad de plata de la ciencia española la del reencuentro de los científicos españoles con los europeos tras tres siglos de regresión y en el que empezaron a tener cabida tanto las mujeres como las clases populares. «Suele considerarse que, tras varios siglos de decadencia que culminaron con el desastre del 98, cuatro generaciones de científicos españoles, mentores del cambio unos, y tutelados por aquellos en el camino hacia la regeneración otros, protagonizaron el reencuentro con Europa. Es la denominada edad de plata de nuestra ciencia, en cuyas manos estará el panorama de las estrategias, logros, realidades institucionales y trayectorias personales que permitieron la convergencia europea durante el primer tercio del siglo XX. Pero, ¿fueron solo científicos? ¿No hubo científicas en aquellos años? Pues sí. Son destacadas las mujeres en esa edad de plata de la ciencia española que terminó abruptamente en el verano de 1936», inicia González Redondo su charla.

Mujeres y cienciaPara González Redondo, el cambio sustancial de este período pasa por la reforma legal que, a partir de 1910, permitió el libre acceso a la universidad de la mujer, por más que su proceso de integración académica fue lento, costoso y, sobre todo, muy desigual hasta bien entrado el siglo XX. A ello se sumó la creación de la Asociación Nacional de Mujeres Españolas en 1918, lo que permitió que destacasen varias figuras femeninas de la ciencia como María de Maeztu en el ámbito de las Humanidades o Elisa Soriano Fischer, doctora en Medicina que consigue plaza en la marina civil. Tras la histórica visita de Albert Einstein a España en 1923, profusamente recogida por la prensa y en medio de una gran expectativa social, afloran otras figuras como las de Felisa Martín Bravo, primera doctora en Física en 1926, que trabajó limpiando las habitaciones de sus compañeras de estudios para pagarse la carrera, Carmen Martínez Sánchez, primera doctora en Matemáticas en 1927, o Vicenta Arnal, María Antonia Zorraquino y Ángela García de la Puerta, primeras doctoras en Química en 1929. En ese mismo año, Pilar Careaga se convirtió en la primera ingeniera industrial española.

Por otra parte, González Redondo ha sido merecedor del premio Emboque de Oro 2025 que otorga la Casa de Cantabria en Madrid como reconocimiento a las personalidades de origen cántabro que destacan por su trayectoria profesional y su actuación a favor de Cantabria. El Emboque de Oro, que se entrega desde 1982, representa a uno de los bolos que se coloca junto a otros nueve, que determina el tiro y que cuando se logra abatir se convierte en la jugada más valiosa en tradicional deporte autóctono. Los galardones alcanzan ya su cuadragésima edición.