Maria Àngels Calvo, catedrática de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona, académica de número de la Real Academia de Medicina de Cataluña, de la Real Academia de Farmacia de Cataluña, académica y secretaria general de la Academia de Ciencias Veterinarias de Cataluña y académica de número y vicepresidenta de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), participó el pasado 28 de septiembre, con motivo de la celebración del Día Mundial de la Rabia, en la sesión «La Ràbia», organizada por el Consejo de Colegios Veterinarios de Cataluña en la tercera sesión del ciclo «Els esmorzars del Consell». Moderada por Ricard Parés, presidente de esta institución que agrupa a los colegios profesionales, la cita contó también con la participación de Julio Benavides, director de investigación One Health del Laboratorio de Enfermedades Infecciosas y Vectores: Ecología, Genética, Evolución y Control de la Universidad de Montpellier; Núria Ribas, directora del Servicio de Prevención en Salud Animal del Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat de Cataluña, y Jordi Manubens, veterinario especialista en cardiología.
«Hemos dejado de hablar de la rabia porque nos da la sensación de que es algo del pasado, pero yo siempre alerto en mis clases que es una enfermedad que tenemos ahí. Necesitamos tener protocolos y aplicarlos. Desde el Consejo debemos incidir en ello, porque la rabia es un gran ejemplo de que la prevención favorece la salud pública desde el concepto One Health. La posibilidad de transmisión se da tanto en un sitio como en otro y es muy fácil vacunar. Que ahora no tengamos una enfermedad no significa que no la volvamos a tener, porque el cambio climático hace que vectores que nunca habían estado en contacto con nosotros ahora sí lo estén», explicó la académica durante su intervención. Calvo añadió a la rabia otras enfermedades infecciosas que se pueden controlar mediante la vacunación, en una simple inspección. Asimismo abordó las pautas de bienestar animal que ahora protege la ley.
Los participantes en el debate recordaron que los expertos de la Organización Mundial de la Salud han resaltado la importancia de los programas de vacunación canina como la opción más eficaz para reducir el riesgo de rabia, enfermedad que mata alrededor de 50 000 personas cada año en todo el mundo. Este organismo fomenta la prevención de la rabia en el ser humano mediante la eliminación de la rabia canina que lidera el colectivo Unidos contra la Rabia para alcanzar el objetivo «ninguna muerte humana por rabia para 2030».
La rabia es una virosis zoonótica que se puede prevenir administrando una vacuna y que afecta a más de 150 países y territorios. Una vez que aparecen los síntomas clínicos, es prácticamente mortal en todos los casos. Hasta el 99% de los casos humanos, el virus es transmitido por perros domésticos. Sin embargo, la enfermedad puede afectar tanto a los animales domésticos como a los animales salvajes. Se propaga a personas y animales a través de mordeduras o arañazos, generalmente con la saliva. Cada año se administran vacunas después de un mordisco a más de 29 millones de personas en todo el mundo; de esta forma se pueden prevenir cientos de miles de muertes anuales por rabia.
Aunque en España se considera erradicada, la rabia fue un grave problema de salud pública en el siglo XX: en la década de los 50 se registraron más de 5.000 casos en animales. A día de hoy, en Europa occidental, la enfermedad transmitida por animales domésticos prácticamente ha desaparecido y ha disminuido enormemente la que afecta a animales salvajes, principalmente zorros. Ceuta y Melilla presentan esporádicamente casos en perros debido a la permeabilidad que existe a nivel de sus fronteras con Marruecos, donde esta enfermedad sigue presente, por lo que la posibilidad de importación en la Península se ha incrementado en los últimos años como consecuencia del movimiento de personas a través del Estrecho de Gibraltar. Por otra parte, la libre circulación por la Unión Europea también puede facilitarlo.
Como prevención, los expertos señalaron que la vacunación de los perros es la estrategia más rentable para prevenir la rabia en el ser humano, ya que no sólo reduce las defunciones atribuibles a la rabia transmitida por los perros, sino también la necesidad de profilaxis posterior a la exposición como parte de la atención a los pacientes mordidos. Después de la vacunación, el animal presenta una respuesta inmunológica contra el virus. El perro queda protegido a los 14 días después de la inyección de la vacuna y su efectividad es del orden del 100%. Hay que tener en cuenta que el 40% de las personas mordidas por un animal del que se sospecha que padece rabia son niños menores de 15 años. El lavado inmediato y a fondo de la herida con agua y jabón después del contacto con un animal sospechoso es fundamental y puede salvar vidas.