
Dr. Guillermo Simón Castellví
Guillermo Simón Castellví, académico de la Real Academia de Medicina de Cataluña, miembro de la Sociedad Española de Oftalmología y de la Federación Mundial de Sociedades Médicas Católicas y colaborador de la Real Academia Europea de Doctores (RAED), comparte con la comunidad académica la fotogalería que publicó en el diario digital El Debate el pasado 31 de octubre sobre el inicio de la instalación de la gran cruz que coronará la torre de Jesucristo de la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona. La construcción alcanzará los 172,5 metros de altura y está previsto que se concluya a lo largo de 2026, dando por finalizada, después de más de un siglo, la obra del templo.
Como explica el periodista Guillermo Altarriba en el reportaje que acompaña a las imágenes, la primera pieza de la cruz que se instaló el pasado 30 de octubre, una actuación que recogen con detalle las instantáneas de Simón Castellví, corresponde a su brazo inferior, que la sustenta. «Tiene una altura de 7,25 metros y pesa 24 toneladas. Formará parte de una espectacular estructura de cuatro brazos, similar a otras cruces proyectadas por Antoni Gaudí, como las de la Casa Batlló o la Torre Bellesguard, que estará recubierta de cerámica blanca esmaltada y vidrio, por lo que resplandecerá bajo el sol», explica el texto.
Altarriba detalla que la cruz acabará midiendo 17 metros de altura y 13,5 de anchura y presentará una geometría de doble giro, la misma que empleó Gaudí para hacer las columnas de la Sagrada Familia, de forma que la base empieza siendo un cuadrado que se transforma en un octágono en su parte superior. «Según explicaron desde la basílica, esta pieza llegó el pasado mes de julio dividida en cuatro paneles, que se situaron en una plataforma de trabajo sobre la nave central, a 54 metros de altura. Allí se ensambló, y se instalaron los vidrios y las obras interiores», añade el periodista.
La galería refleja con tanto detalle como espectacularidad los momentos clave de la instalación de la base de la cruz, desde lento y cuidadoso alzado hasta la torre, bajo la mirada de las representaciones escultóricas que culminan las torres de los cuatro evangelistas, más bajas, hasta su precisa instalación por parte de operarios especializados. «La cruz, una vez terminada, hará las veces de mirador, aunque desde la dirección de las obras se puntualiza que el objetivo es que no sea una mera atalaya turística, sino un punto desde donde poder elevarse y acercarse a Dios, para observar la obra de la creación y a los hombres, a quienes Jesús invitó a querer como hermanos. En su interior, como proyectó Gaudí, se instalará una escultura del Agnus Dei, el Cordero de Dios, obra del italiano Andrea Mastrovito«, añade el reportaje.
Altarriba concluye apuntando los plazos con los que, a partir de ahora, trabaja la Junta Constructora, de cuyo Patronato forma parte Juan Trias de Bes, director de la Cátedra hARQware Platform de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Internacional de Cataluña y académico de número de la RAED. «La intención de los constructores del templo es que la torre de Jesucristo sea bendecida e inaugurada con motivo del centenario de la muerte de Antoni Gaudí, en junio de 2026. Se ha invitado al Papa León XIV a participar de este evento, dado el profundo vínculo de Gaudí con la fe católica: el Papa Francisco, poco antes de morir, declaró al arquitecto catalán como Venerable Siervo de Dios, dando el pistoletazo de salida a su causa de beatificación», explica el periodista.
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