Joaquín Callabed
Presidente del Club de Pediatría Social, académico correspondiente de la Real Academia de Medicina de Zaragoza, de la Real Academia de Medicina de Cataluña y de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)

Joaquín Callabed, presidente del Club de Pediatría Social y académico de número y vicepresidente de la Sección de Ciencias de la Salud de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), comparte con la comunidad académica el artículo «Caravaggio en Roma. Un genio innovador y transgresor», que publicó en la revista «Andalán» para rememorar la figura del artista que definió el estilo barroco en la pintura y reseñar varias de sus obras principales que se encuentran en diferentes museos y galerías de Roma.

«Caravaggio fue un genio innovador y transgresor que rompió moldes de la época, muy inclinada al manierismo, y procuró aportar en su pintura las ideas por encima de la pintura, la verdad como conciencia del mundo y la doctrina católica fue el pretexto artístico para las historias que el ponía en escena. Retrataba modelos tomados de la realidad y las escenas antiguas las trasladaba al momento social que vivía. Buscaba la tangibilidad y el momento  real en las escenas pictóricas. Su libertad intelectual y su filosofía personal estaban silenciosamente expresados en su pintura. Sólo vivió 39 años», inicia el académico su artículo.

Michelangelo Merisi da Caravaggio

Michelangelo Merisi da Caravaggio

Tras presentar la azarosa biografía personal y artística de Caravaggio, Callabed destaca su afán de regresar a Roma después de que diversos cargos por asesinato lo apartaran de la ciudad eterna. Asimismo, señala cómo la malaria que lo llevó al borde de la muerte marcó definitivamente su estilo. «Fue internado en un hospital y dejó testimonio en el ‘Baco enfermo’ de la Galería Borghese. A partir de allí su pintura adquirió una arrolladora carga innovadora», explica el académico.

Callabed se detiene en las obras romanas que considera capitales del artista. «Además de la Galería Borghese  donde están las famosas pinturas ‘Baco enfermo’, ‘Madona de los palafreneros’, ‘San Jerónimo escribiendo’, una de las versiones sobre ‘San Juan Bautista’, ‘David con la cabeza de Goliat’ y de los Museos Vaticanos con el bello cuadro ‘El Descendimiento’, quizá la obra mas estudiada y admirada del pintor,  hay otros museos, galerías, iglesias y colecciones no suficientemente conocidas y divulgadas donde pueden verse distintas etapas evolutivas de su obra. El Palacio Barberini, la Iglesia de San Luis de los Franceses, los Museos Capitolinos, la Galería Doria Pamphilj, el Museo Corsini y la Iglesia de Santa Maria del Popolo amplían y explican la presencia de Caravaggio en Roma», señala.

En este recorrido personal, el académico reseña las obras «Judit y Holofernes», «Vocación de San Mateo Evangelista», «Martirio de San Mateo», «San Mateo y el ángel», «La buenaventura de la gitana», dos versiones de «San Juan Bautista», «La Magdalena penitente», «Descanso en la huida a Egipto», «Crucifixión de San Pedro» y «Conversión de San Pablo».

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