Dr. Javier López-Galiacho
Javier López-Galiacho, profesor titular de Derecho Civil de la Universidad Rey Juan Carlos, director de Cumplimiento y Sostenibilidad de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), presidente de la Asociación de Amigos de los Teatros Históricos de España y del Foro Mazzantini y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores (RAED), repasa la historia de la responsabilidad social corporativa a lo largo de las dos últimas décadas en un reportaje publicado por el portal especializado Corresponsables el pasado 1 de agosto. El experto aborda un período paralelo a su liderazgo en esta materia en una de las grandes empresas españolas, destacando la importancia que ha cobrado este ámbito en la relación de las empresas con la sociedad, así como en su estrategia y, por ende, en sus resultados. «Vivimos un tiempo de cierto parón o hastío… pero hoy en día el verdadero sustantivo es la sostenibilidad, no lo financiero», señala en el arranque de sus reflexiones.
«Yo llegué a FCC en 2004, aunque la dirección de Responsabilidad Corporativa, como se la llamó en un primer momento, se creó en 2005 dependiente de Secretaría General. Realmente fui un fichaje del mundo universitario, porque en la RSC entonces solo se trabajaba en las universidades a través de las cátedras empresariales y algo ya se empezaba en las escuelas de negocio. Por entonces, había un gran desconocimiento de la materia. Yo recuerdo que alguna secretaria me anunciaba a su jefe como el director de responsabilidad civil de FCC. Una tarde me fui al despacho del secretario general, Felipe García, con quien afortunadamente aún trabajo, y diseñamos una hoja de ruta que fuimos cumpliendo con enorme ilusión y colocando a FCC como empresa de referencia el mundo de la responsabilidad corporativa. FCC es un grupo que si lo que planteas, lo haces con criterio, método y se ve el retorno, te ayudan y te impulsan», inicia el académico su narración echando la vista atrás.
En este punto, López-Galiacho recuerda su discurso de ingreso en la RAED, donde ya abordaba la rápida transformación de la responsabilidad social corporativa, señalando que el mundo de la empresa ha pasado de las cuentas a lo que hace poco se consideraban «cuentos». «En general, la RSC en España se veía como una cosa de ‘cuentos’. Algo puramente voluntario que no generaba negocio. Vivíamos aún de aquella máxima de que la única responsabilidad de una empresa era generar valor y dividendo para el accionista. Todo lo demás, se decía, eran cuentos. Pero ya se empezaba a hablar de cuidado medioambiental, de la necesidad de prácticas éticas empresariales», recuerda el experto. Para el director de Cumplimiento y Sostenibilidad de FCC, la transformación en este campo ha venido fuertemente impulsada por la sociedad y su rápida concienciación en materia medioambiental, lo que ha impulsado importantes iniciativas legislativas que han resultado clave para las actuales políticas empresariales.
El experto concluye su reflexión aconsejando a las nuevas generaciones de profesionales interesados en la RSC que se formen transversalmente en todas las materias que integran la sostenibilidad, desde el ámbito jurídico, al social o laboral, y que estén convencidos de su importancia en el avance de las empresas en la sociedad del siglo XXI. «El verdadero y único sustantivo es la sostenibilidad a secas, que es transversal y, como tal, dinámica, afectando a todos los ámbitos de la empresa y no focalizada solo en el resultado económico. Creo que la sostenibilidad o la RSC es la conciencia de la empresa para emplazarse en la sociedad. Es su propósito social. Su legitimación moral en la ciudadanía. Y alguien debe construir ese relato más allá de lo financiero. Giramos el timón hacia un capitalismo consciente», finaliza.
López-Galiacho ha sido director del Colegio Mayor San Pablo de Madrid y secretario general y jefe de la división de Derecho de la Fundación Cisneros de la Universidad Complutense de Madrid y fue director del Máster Oficial de Acceso a la Abogacía de la Facultad de Derecho de la Universidad CEU San Pablo, centro del que también fue patrono. Atesora un dilatado compromiso con la cultura, y además de investigador, escritor y columnista en varios medios de comunicación es autor de varios libros y de una larga lista de trabajos de investigación en el campo del derecho civil, buen gobierno corporativo, fundaciones y sostenibilidad y ética empresarial. El pasado 31 de mayo fue reconocido como Hijo Predilecto de Castilla-La Mancha por el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla-La Mancha por su destacada labor docente y empresarial y su firme compromiso con la cultura y el patrimonio, como su iniciativa para la preservación del Teatro Circo de Albacete, un espacio emblemático de las artes escénicas.
