Alban Ahouré, profesor de Economía en la Universidad de Abiyán Félix Houphouët Boigny, ingresó como académico de honor de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED) durante una solemne ceremonia que se celebró el pasado 11 de abril en Fomento del Trabajo, sede de la Academia. El recipiendario leyó el discurso de ingreso «Capital humain et qualité des institutions: catalyseurs de l’accélération de la transformation structurelle en Afrique Subsaharienne». Le respondió en nombre de la Real Corporación el académico de número y vicepresidente de la Junta de Gobierno Jaume Llopis.
El nuevo académico de honor inició su intervención esbozando los fundamentos teóricos y los fundamentos empíricos que inciden en la transformación estructural de una economía en desarrollo y en los indicadores que permiten evaluar la incidencia de las políticas que buscan esta transformación, exponiendo diversos estudios de caso. En concreto, el experto abordó ejemplos de políticas para ofrecer educación y atención sanitaria de calidad y su incidencia en el desarrollo económico, políticas para desarrollar el tejido industrial, diversos modelos de incentivos en la regulación de los mercados, alianzas entre el Estado, el sector privado y la sociedad civil, el desarrollo de sistemas territoriales de innovación mediante clústeres y programas de coherencia y coordinación entre iniciativas política y sectoriales.
Entrando en materia, abordó el análisis de la transformación estructural de las economías del África subsahariana, tratando de ofrecer una explicación sobre sus dificultades y ralentizada evolución. Como ejemplo, expuso el que mejor conoce y más ha estudiado: la transformación estructural de la economía de Costa de Marfil, centrándose en el peso del sector primario, atendiendo a sus limitaciones y la escasez de formación adecuada y de recursos humanos cualificados. A partir de ahí, trató de plantear diversas soluciones para incidir de forma eficaz en la aceleración de las medidas estructurales específicas necesarias para su transformación.
«Para acelerar la transformación estructural de las economías del África subsahariana es necesario un enfoque global, con factores tanto macroeconómicos como microeconómicos. Cabe fortalecer las instituciones y sus gobiernos, implementar reformas para mejorar el entorno empresarial, como la simplificación de regulaciones y la garantía de los derechos de propiedad; invertir en capital humano mejorando la calidad de la educación y formación profesional para satisfacer las demandas del mercado laboral; fomentar iniciativas de salud para garantizar una fuerza laboral sana y productiva; diversificar las economías reduciendo la dependencia del sector primario, aunque aportándole valor; mejorar las infraestructuras y el transporte, así como las redes de energía y comunicación; invertir en fuentes de energía sostenibles para garantizar el suministro, y mejorar la cooperación interafricana con el establecimiento de estándares en todos los países para simplificar las transacciones transfronterizas», explicó el recipiendario.
Para Ahouré, el principal problema de desarrollo económico de los países subsaharianos se encuentra en las bajas inversiones en servicios básicos y la falta de democracias consolidadas que ofrezcan seguridad a los inversores. «El establecimiento de democracias firmes y el diálogo entre los actores públicos y privados que constituyen las sociedades, así como el respeto de los derechos fundamentales siguen siendo esenciales para el desarrollo y el bienestar y, en última instancia, para una transformación estructural y efectiva de las economías de la región», concluyó.
Ahouré ha trabajado como consultor para ministerios, organismos regionales y organizaciones internacionales como el Banco Mundial, el Banco Africano de Desarrollo y las Naciones Unidas. Sus estudios y publicaciones se han centrado en la economía del trabajo, la economía del desarrollo y la economía de las instituciones, así como en el impacto de la Covid-19, la evaluación de las políticas económicas, el desarrollo de los recursos humanos y las estrategias para la transformación estructural de las economías en desarrollo, su competitividad y modernización. También ha participado activamente en formar a ejecutivos de la administración pública, el sector privado y la sociedad civil.