Joaquín Callabed, presidente del Club de Pediatría Social, académico correspondiente de la Real Academia de Medicina de Cataluña y académico de número y vicepresidente de la Sección de Ciencias de la Salud de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), protagonizó el pasado 13 de diciembre una entrevista publicada por el diario aragonés «Heraldo» en la que repasa su trayectoria profesional y académica y en la que ofrece su visión sobre el legendario Nobel Santiago Ramón y Cajal, de cuya vida y obra es un reconocido experto. La entrevista, de hecho, se realizó tras la conferencia que el académico impartió el pasado octubre en el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Huesca bajo el título «Una mirada a Santiago Ramón y Cajal, científico y humanista de raíces altoaragonesas».
«Con Ramón y Cajal me unen muchas cosas. Mi tercer apellido es Cajal, emparentado con los Cajal de Larrés. La primera noticia de un Cajal es García Cajal VII documentado en Biescas en 1539. Tuvo una familia que siguió de cerca su futuro y consiguió enderezar su rumbo. Su padre, Justo Ramón, no está suficientemente reconocido en esta labor. Fue amante de la naturaleza, el dibujo, la fotografía, la literatura de aventuras y Robinson Crusoe… Escribe libros. Después, en Zaragoza, se aficiona a la filosofía de Locke, Hume, Berkeley, Kant, Balmes y Comte… Si lo hubiera conocido se nos hubiera hecho de día hablando… Para mí es una gran referencia y admiro muchas de sus facetas. Decía que la voluntad puede con todo y el trabajo es plegaria y obra milagros…», señala Callabed en su primera referencia al genio, al que se siente unido desde los orígenes.
Callabed es autor de numerosos estudios y artículos sobre diferentes facetas de la vida y carrera científica de Ramón y Cajal, la cual ha compartido puntualmente con la comunidad académica
Para Callabed, profundo conocedor de la obra y la vida del legendario premio Nobel español, Ramón y Cajal fue un hombre sensible que se escondió en un comportamiento antisocial y violento en algunos momentos. «Cuando su sensibilidad la proyectó a su profesión, le fue muy útil. Sensibilidad y ciencia son complementarios. Sus ‘Charlas de café’ en el café Suiza son encantadoras, hablan Darwin y Haechkel. Acudía a las clases de Giner de los Ríos. Contribuyó a la literatura de la regeneración, cuyos apóstoles fueron el gran Costa, Macías Picabea, Basilio Paraíso y Alba. Después se sumaron Maeztu, Baroja, Valle Inclán y Azorín.
Callabed también destaca la faceta humanista del insigne investigador en tanto que dibujante, fotógrafo y escritor. «Como escritor literario me emociona ‘Mi infancia y juventud’; como científico, ‘Reglas y consejos de investigación científica’. Pero me gusta el Ramón y Cajal humanista, síntesis de médico, dibujante, fotógrafo, filósofo y científico, que ante muchos problemas gritó con voz muy fuerte y muy propia: ‘La voluntad puede con todo’«, señala antes de referirse a su propia obra literaria y su pasión por la literatura y los viajes.