Cuatro motivos para visitar Bélgica

Joaquín Callabed, presidente del Club de Pediatría Social, académico correspondiente de la Real Academia de Medicina de Cataluña y académico de número y vicepresidente de la Sección de Ciencias de la Salud de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), prosigue con su viaje cultural a Bélgica, que comparte con la comunidad académica a través de cuatro nuevos artículos publicados en la sección «Lectores corresponsales» de la edición digital del diario «La Vanguardia», de cuya comunidad de lectores forma parte activa. Se trata de «Los grandes tesoros pictóricos de Bruselas», «Amberes, la patria de Rubens», «Explorando el Museo Fin de Siglo» y «El arte de Magritte en Bruselas», que se publicaron entre los pasados 18 y 23 de noviembre.

Dr. Joaquín Callabed

En «Los grandes tesoros pictóricos de Bruselas», Callabed empieza por recorrer la obra de los primitivos pintores flamencos en los Museos Reales de Bellas Artes de Bruselas. «El núcleo fundamental está constituido por obras de Brueguel, Jordaens y Rubens con muestras importantes de las escuelas italiana, francesa y alemana. Algunas obras destacadas son ‘La Anunciación’ de Campin. Van der Weyden presenta el ‘Retrato de Antonio de Borgoña’ y una ‘Pietá’ de gran intensidad dramática. Petrus Christus tiene su ‘Lamentación’. Dirk Bouts, ‘La justicia del emperador Oton’; Hans Memling, ‘El martirio de san Sebastián’, en el que no expresa sufrimiento el santo y sí una dulzura mística. El Bosco tiene un ‘Calvario’. Lucas Cranach está representado con ‘Venus y Amor’, ‘Adán y Eva’ y ‘Retrato del Dr. Schreying’«, explica el académico.

«En la escuela de Brujas destaca Gerard David con ‘La Virgen y la sopa de leche’. Está impregnado de la obra de Memling, a quien sucederá como pintor oficial de Brujas. Quentin Metsys está presente con el ‘Tríptico de la cofradía de san Antonio’ y Joaquín Patinir con su ‘Paisaje para la predicación de san Juan Bautista’. Brueguel el Viejo tiene especial presencia con ‘La caída de los ángeles rebeldes’, ‘El censo de Belén’, ‘La caída de Ícaro’ y ‘La adoración de los Reyes Magos’. Rubens está presente con ‘Cabezas negras’, ‘La caída de Ícaro’ y ‘Martirio de santa Úrsula’. En los grandes formatos, ‘La adoración de los Magos’, ‘La Asunción de la Virgen’, ‘El martirio de san Lievin’ y ‘La subida al Clvario’. Entre los pintores holandeses destacan Rembrandt y Franz Hals«, añade.

En «Amberes, la patria de Rubens», el académico elogia la ciudad que perteneció al Imperio español, de una larga tradición humanista. «Además de sus iglesias, son recomendables los museos de Knock y Van der Bergh y el Plantin-Moretus, primer museo reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, verdadera joya escondida», explica. Callabed aconseja una visita a la casa museo de Pedro Pablo Rubens, donde el artista pasó 25 años de su vida junto a su familia y realizó la mayor parte de su extensa obra. «Recibió como invitados a grandes personalidades, conservó su colección de arte y trabajó en su taller con su equipo y amigos. Su fama sigue creciendo cuatro siglos después de su muerte. La casa y su jardín renacentista son un testimonio imborrable del paso de Rubens, quizá el mejor personaje que dio Amberes a la historia», señala.

En «Explorando el Museo Fin de Siglo», el presidente del Club de Pediatría Social se centra en un museo que forma parte de los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica desde que fue inaugurado el 6 de diciembre de 2013 con un fondo que muestra ejemplos de realismo social, el neo y post impresionismo, nabis, art nouveau y simbolismo. «La fundación del Museo Fin de Siglo arranca con una filosofía moderna y pluridisciplinar respecto a sus contenidos. La Sociedad Libre de las Bellas Artes en 1848 jugó un papel importante teniendo como lema ‘hacer de la pintura algo sano y fuerte sin ideas ni recetas volviendo al sentido verdadero del lienzo, animado no solo por el tema sino también por su materialidad como sustancia preciosa, como organismo vivo. Pintar a la naturaleza en su realidad, su sinceridad, desplegando maestrías y técnicas conocidas'», detalla el autor.

Finamente, en «El arte de Magritte en Bruselas», el académico invita a visitar su museo, también parte de los Museos Reales, y su casa, en el barrio de La Jette. «La obra surrealista de René Magritte flota en el tiempo y forma parte de las vanguardias artísticas que han logrado penetrar en el subconsciente colectivo del siglo XX, como las deconstrucciones cubistas de Picasso o Braque, los relojes blandos de Dalí o las imágenes volantes de Chagall«, introduce Callabed su invitación.