Enric Canela, catedrático emérito de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Barcelona y colaborador de la Real Academia Europea de Doctores (RAED), comparte con la comunidad académica los últimos artículos que ha publicado en su blog, enriccanela.cat, un espacio divulgativo dedicado a la salud y el bienestar. Se trata, en concreto, de las entradas «L’engany del sucre», «Maleïda aspirina» y «Plaguicides al cervell», aparecidas entre los pasados 22 de diciembre y 21 de enero. Recientemente compartió también las publicaciones «Paracetamol i omeprazole», «Oli: elixir de salut» y «Contra l’acidesa», aparecidas anteriormente tanto en el blog como en el diario El Matí Digital.
En «L’engany del sucre» el experto denuncia la desinformación sobre los supuestos beneficios de algunos tipos de azúcar y edulcorantes naturales, lo que hace que muchos consumidores creen erróneamente que variantes como el azúcar moreno, la panela o los jarabes de agave y de arce son más saludables que el azúcar refinado, cuando en realidad las diferencias nutricionales son insignificantes. Canela explica que el azúcar, independientemente de su origen, caña o remolacha, es esencialmente sacarosa. Aunque algunas opciones como la panela contengan pequeñas cantidades de polifenoles y flavonoides, estas no tienen un impacto real en la salud. Asimismo, otros edulcorantes naturales, como la miel o los jarabes, no suponen una alternativa mejor si el objetivo es reducir calorías o controlar la diabetes.
El artículo también advierte sobre los edulcorantes artificiales, que a pesar de no aportar calorías ni afectar a la glucosa, podrían tener efectos negativos a largo plazo sobre la microbiota intestinal. Como alternativa poco conocida, propone la glicina, un aminoácido que endulza sin los efectos adversos de los azúcares o de los edulcorantes artificiales, aunque aporta calorías similares al azúcar. En conclusión, el autor sostiene que la mejor opción para la salud es reducir el consumo de dulces en general, puesto que ningún edulcorante puede considerarse totalmente inocuo.
Por otra parte, en «Maleïda aspirina», Canela repasa la historia de la aspirina, un fármaco que ha cumplido 125 años y cuya relevancia médica ha sido incuestionable, pero que a lo largo del tiempo ha enfrentado críticas y desvalorización. El ácido acetilsalicílico, explica, no sólo tiene propiedades antiinflamatorias, sino que también actúa como analgésico, antipirético y antiagregante plaquetario, lo que lo convierte en un medicamento de amplio espectro. Sin embargo, su uso no está exento de riesgos, ya que puede provocar úlceras gástricas, hemorragias y problemas renales y los pacientes con enfermedades cardíacas, renales o hepáticas deben evitar su consumo, optando por el paracetamol o el metamizol como alternativas más seguras en algunos casos.
Para Canela, a pesar de estos riesgos, la aspirina ha demostrado beneficios adicionales, como la prevención de diversos tipos de cáncer, la mejora en la respuesta inflamatoria y la reducción del riesgo de demencia y diabetes tipo 2. Investigaciones recientes apuntan a que su mecanismo de acción, en combinación con ácidos grasos omega-3, podría jugar un papel clave en la lucha contra enfermedades neurodegenerativas y ciertos tipos de tumores. El futuro de la aspirina sigue abierto a nuevas investigaciones, aunque su bajo coste y la falta de incentivos comerciales podrían frenar avances en su estudio, concluye.
Finalmente, en «Plaguicides al cervell», el colaborador de la RAED aborda los riesgos de los plaguicidas de uso común en la agricultura a raíz de un comentario en la red social X que ha reavivado el debate sobre su impacto en la salud. La profesora Carme Junqué, catedrática de Psicobiología de la Universidad de Barcelona, habría afirmado que estos productos están directamente relacionados con enfermedades como el párkinson y otras demencias. Canela analiza la toxicidad de diversas sustancias empleadas en la agricultura, centrándose en el caso del glifosato, un herbicida ampliamente utilizado. Si bien las autoridades europeas han autorizado su uso hasta 2033, estudios científicos han demostrado su potencial efecto adverso, desde irritaciones cutáneas hasta daños renales y alteraciones en el sistema nervioso.
Más allá del glifosato, el autor subraya el riesgo de exposición prolongada a plaguicidas y su posible impacto en la microbiota intestinal y el cerebro. Además, menciona la hipersensibilidad química, una condición que afecta a personas expuestas a múltiples sustancias tóxicas presentes en productos cotidianos. Ante esta situación, se recomienda optar por productos ecológicos o, en su defecto, comprar alimentos regulados por la UE y lavarlos adecuadamente con detergentes específicos para reducir residuos químicos. Sin embargo, concluye que si bien el consumo de productos ecológicos es deseable, es poco viable para abastecer a toda la población mundial.
Canela ha publicado más de 200 artículos en libros y revistas científicas de relevancia internacional como autor o coautor. Fue investigador principal del Grupo de Investigación Consolidado de la Neurobiología Molecular de la Generalitat de Cataluña y del Grupo de Neurobiología Molecular de Ciberned. Es miembro de la Sociedad Catalana de Biología y lo fue de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular. Coordinó la comisión creada por la Agencia de la Calidad del Sistema Universitario de Cataluña para estudiar y validar los indicadores económicos universitarios y establecer el modelo de costes de las universidades y dirigió la Oficina de Promoción de las Universidades de Cataluña. Asimismo fue miembro, designado por el Senado, del Consejo de Coordinación Universitaria y presidió la comisión que elaboró el Portal de la Investigación de Cataluña.