«Durante años, la RAED contó con una presencia activa en Madrid gracias a la visión generosa del recordado Aldo Olcese, que fue clave en la proyección institucional más allá de Barcelona. Desde el espacio emblemático que cedió en la calle del Marqués de Urquijo, impulsó actos y encuentros que posicionaron a la Real Corporación en el núcleo intelectual y social de la capital. Su legado permanece como referencia viva en la memoria de la Academia. Hoy, con la mirada puesta en los desafíos del presente y del porvenir, la RAED renueva su compromiso con Madrid y lo hace reafirmando su voluntad de permanencia, su espíritu de continuidad y su ambición de excelencia. Lo que un día fue sembrado con visión estratégica y entrega desinteresada, vuelve a florecer gracias a la implicación de una destacada figura académica de nuestro tiempo: Elisabeth Arrojo», señala el propio Rocafort en un mensaje compartido con la comunidad académica.
Para el presidente de la Real Academia, Arrojo ha dado un paso decisivo al ceder un nuevo espacio en el corazón de Madrid para que la institución mantenga y proyecte su presencia en la capital. «La doctora Arrojo representa con ejemplaridad los valores que definen a nuestra institución. Su trayectoria científica se complementa con una marcada sensibilidad humanista, una ética profesional impecable y una visión académica que entiende el saber como compromiso con la sociedad», añade Rocafort, que considera que este nuevo emplazamiento, situado en un entorno profesional y científico de primer nivel cercano a la emblemática calle de Alcalá, está concebido como un verdadero centro de pensamiento y articulación institucional. «No será únicamente un lugar de representación, sino un punto de encuentro vivo para académicos, universidades, embajadas, fundaciones, centros de investigación y agentes culturales. Un espacio donde celebrar conferencias, impulsar publicaciones, organizar mesas redondas, recibir a delegaciones internacionales y promover nuevas ideas. Un laboratorio de reflexión y acción donde la RAED podrá seguir construyendo puentes entre disciplinas, generaciones y territorios», añade.
La Junta de Gobierno ha celebrado este nuevo convenio como un hito que no sólo responde a una necesidad operativa, sino que simboliza la continuidad de una visión compartida, el reconocimiento de una herencia institucional y la convicción de que el conocimiento debe tener arraigo y presencia en todos los centros neurálgicos del pensamiento. Para los académicos, la Real Corporación no comienza una nueva etapa desde cero, sino que prolonga un camino ya trazado, enriquece su legado y fortalece su identidad.