Eva Poptcheva, eurodiputada y vicepresidenta de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo y académica numeraria electa de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), aborda el acuerdo de financiación «singular» pactado entre el Gobierno de Pedro Sánchez y Esquerra Republicana, que permitió la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat de Cataluña en los artículos «Un concierto económico antifederal y antieuropeísta» y «Un desconcierto económico para Cataluña», publicados los pasados 10 y 24 de agosto, respectivamente, en el diario digital The Objective. Doctora en Derecho Constitucional por la Universidad Autónoma de Barcelona, Poptcheva es articulista habitual de este medio, en el que aborda asuntos de política nacional e internacional.
Para la experta, se da la paradoja que los que desde el Gobierno de España se muestran como convencidos europeístas y piden integración fiscal en la Unión Europea, abogan por la desintegración fiscal en su propio país. «Nos quieren hacer creer que un sistema asimétrico en el cual algunas de las partes recaudan y gestionan los impuestos además de tener capacidad normativa sobre ellos, mientras negocian con el Estado qué pagarle por los servicios que este presta, fuera un sistema federal. No lo es. Ese no es el sistema de ninguno de los estados federales más avanzados como Alemania o Canadá», argumenta en «Un concierto económico antifederal y antieuropeísta».
Poptcheva denuncia que el modelo, por ahora indefinido y sumamente inconcreto, puede suponer un mayor endeudamiento del Estado con el objeto de contentar al resto de comunidades autónomas, lo que supondría una seria amenaza para España al hipotecar su futuro por un interés partidista y cortoplacista. «Sé que muchos dudan de que el concierto económico solidario se pueda llevar a cabo: por su obvia inconstitucionalidad, falta de viabilidad económica y quizás por falta de la mayoría necesaria en el Congreso de los Diputados. Pero cuando se está jugando con fuego, aunque la casa no acabe destruida, uno se lleva quemaduras. Y las quemaduras en este caso pueden ser serias: generar más independentistas por la frustración por un engaño y la pugna entre las comunidades autónomas por defender su singularidad fiscal. Y si se llevara a cabo, la casa, o sea, España, se habrá quemado entera», concluye.
En «Un desconcierto económico para Cataluña», por otra parte, la académica cuestiona el desmentido del Gobierno de que el acuerdo de investidura de Salvador Illa no suponga un concierto fiscal similar al del País Vasco y Navarra. «El acuerdo de investidura establece textualmente que ‘la Generalitat sea la que gestione, recaude, liquide e inspeccione todos los impuestos aportados en Cataluña’ ¡La definición de un concierto fiscal por excelencia! Y sigue el acuerdo con el ‘cupo’ que la Generalitat aportaría al Estado: ‘La aportación catalana a las finanzas del Estado consistirá en la aportación por los costes de los servicios que el Estado presta a Cataluña y la aportación a la solidaridad’. Suponiendo que no es la intención ni de ERC ni del PSC que la Generalitat aportara igual o más que actualmente al Estado, sino mucho menos, se trata de un sistema muy parecido al del País Vasco y Navarra», expone.
La analista explica las bases del modelo de financiación alemán, al que se trata de comparar lo que hasta ahora no es más que una declaración e intenciones, para concluir que poco o nada tiene que ver lo que ha acordado el Gobierno de España. «El sistema fiscal alemán es, por lo tanto, altamente integrado entre Bund y Länder, y precisamente por eso es un sistema federal de verdad, y no lo que nos quieren vender para Cataluña. Pero se les ha olvidado a los nuevamente surgidos expertos en fiscalidad alemana, otro aspecto que es imprescindible en Alemania y en cualquier sistema fiscal federal: la lealtad federal. La lealtad federal es un principio constitucional sagrado en Alemania, y se aplica tanto en las relaciones entre los Länder como entre el Bund y estas últimas. Pero los que suscriben el concierto económico para Cataluña nunca han practicado tal lealtad federal, es más, presumen de engañarse mutuamente. Así tenemos garantizado un desconcierto en vez de un concierto para Cataluña y para España», zanja.