Rosalía Arteaga, expresidenta y exministra de Educación de Ecuador, presidenta de la Fundación para el Desarrollo de América Latina, reconocida activista por la educación y la infancia y académica de honor y miembro del Senado de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), comparte con la comunidad académica el artículo «Mirar hacia la educación», una respuesta a la crisis que vive Ecuador y los conatos de violencia generalizados en todo el país a consecuencia de una grave crisis social y política, aunque válido en cualquier otro contexto sociológico donde no se priorice la formación crítica y en libertad y se fomente la igualdad. El artículo ha sido difundido a través de la fundación que preside la académica.
A lo largo de más de dos décadas, Arteaga ha liderado transformaciones en el campo de la educación y la cultura en Ecuador. Además de ser ministra de Educación, se ha destacado por su liderazgo en temas educativos desde la sociedad civil, su compromiso con la democracia, la sostenibilidad ambiental y su capacidad para identificar problemas y diseñar iniciativas innovadoras, para generar un impacto social que el actual modelo de enseñanza online potenciado por la pandemia ahora favorece. La académica reforzó esta imagen tras su candidatura a la Secretaría General Iberoamericana, organización creada en el año 2003 que agrupa los 22 países que conforman la comunidad iberoamericana, y a la Secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas a propuesta de la organización juvenil Forward. Una candidatura popular que la ONU no llegó a formalizar pese a que prevé este tipo de iniciativas en sus reglamentos, pero que permitió a la académica de honor reivindicar el papel de la sociedad civil y más en particular de la juventud iberoamericana.
Mirar hacia la educación
Si la locura y la violencia se enseñorean de las calles y vías del país, lo lógico es mirar hacia soluciones pertinentes, que den resultados y que tengan una prospectiva real y sostenible en el tiempo.
Por ello recomendamos mirar a la educación en un país que dista mucho de tener aquellos indicadores que nos permitan pensar con optimismo en el futuro, con inversión que vaya por sobre todas las cosas a capacitar a los maestros, a los directivos de las instituciones educativas, así como también a definir cuáles son las prioridades en cuanto a sistemas y currículo se refiere.
El énfasis en la capacitación de los docentes viene dado por las estadísticas mundiales que indican que es la mejor inversión que un país puede hacer, por el efecto multiplicador que conlleva, así como por la mejora en su autoestima que rendirá frutos fantásticos en las aulas y en el relacionamiento con los estudiantes.
Por otro lado, los temas curriculares tienen que ver con la realidad del mundo actual, en el que priman los avances tecnológicos que deben ser usados de manera adecuada dentro y fuera del aula, así como también el énfasis que debe ponerse en temas como la consciencia ecológica, los temas climáticos, la preservación de los hábitats, entre otros.
Otra temática que no puede descuidarse y que debe ser un eje transversal es la relativa a la educación en valores, indispensable en la formación de los niños y los jóvenes y que debe ser parte fundamental dentro de cada asignatura, con contenidos explícitos que vayan formando la personalidad de cada ser humano en etapa de crecimiento.
Si a estos enunciados añadimos la necesidad de una articulación permanente entre padres de familia y maestros, tenemos un panorama bastante aproximado al deber ser de la educación en el país.