Aldo Olcese, presidente de la Fundación Independiente y de la Asociación Nacional Sociedad Civil Ahora, académico de número de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras y académico de número y vicepresidente de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), aborda las oportunidades que abre la denominada economía de la longevidad -o ‘Silver Economy’, en su acepción en inglés-, vinculada a la mayor esperanza de vida que se da en las sociedades occidentales, en una entrevista concedida al portal especializado 65ymás, del cual es presidente del Comité de Expertos de Economía y Derecho. Para el experto, el estado del bienestar, que garantiza el poder adquisitivo de los mayores, y sus necesidades y ocio abren numerosas posibilidades para un nuevo nicho de mercado en continuo crecimiento.
Olcese considera que la principal amenaza de este incipiente sector pasa por la manipulación política que, a su entender, se da sobre las dos principales inquietudes de este sector de la población: la sanidad y las pensiones. «Son temas delicados que están siempre en boca de los políticos y sobre los que se genera alarma y una desazón generalizada que es injusta por manipulada y que además no se corresponde a una realidad. Ni todo es blanco ni todo es negro. No es cierto que la sanidad española sea un desastre: es muy buena. Y hay otra cosa que nuestros mayores deben tener muy clara: el sistema de pensiones no va a quebrar. En ningún país occidental moderno y fuerte, y España lo es, va a quebrar el sistema de pensiones, porque, afortunadamente, hay muchas soluciones para que no quiebre», afirma.
Más allá del necesario y cada vez más urgente debate sobre este modelo, Olcese considera que la solidaridad intergeneracional y las fórmulas que ofrece el sistema financiero permiten garantizar su continuidad, el poder adquisitivo de los pensionistas, su bienestar y esta economía de la longevidad que debe impulsar también el crecimiento y la prosperidad de todos. «Hay un principio esencial que es irrenunciable, y que yo creo que es connatural a cualquier ser humano, que es el de la solidaridad. Hay muchos ejes de la solidaridad (de las nuevas generaciones con las viejas, de las empresas con los individuos…) que hacen que en un país moderno y fuerte como España podamos estar tranquilos con que el sistema de pensiones nunca va a quebrar», considera.
El presidente de la Fundación Independiente apunta además la madurez de la economía española para aprovechar las ventajas que ofrece este creciente sector. «Todos los agentes económicos se están transformando y preparando para que esa economía de la longevidad, transversal en toda la sociedad, pueda ser bien recogida y optimizada, porque los mayores son agentes económicos en igualdad de condiciones que cualquier otro grupo de edad y por lo tanto, tienen que prestarles atención. Tiene que haber productos y servicios que cubran sus necesidades. Los mayores no están sólo en el médico y recibiendo su paga a final de mes. Están viviendo, disfrutando de la vida, actuando en la sociedad y teniendo un nuevo protagonismo y cada vez será mayor, porque la longevidad es cada vez más grande y porque las oportunidades para participar son cada vez mayores», argumenta.
Olcese apunta, además, una nueva vía que puede ayudar a este segmento poblacional y hacer crecer la Silver Economy: la tecnología. «En España se ha reactivado el sentimiento de que hay que atender a los mayores, no solo solidariamente, sino porque son un colectivo interesante. A partir de ahora veremos una transformación galopante de todas las empresas que producen bienes y servicios para una atención mayor al colectivo sénior. El calor y el consuelo humano no se pueden ni se deben sustituir de ninguna de las maneras, pero es cierto que las máquinas ayudan a producir servicios que la mano del hombre a lo mejor en un momento determinado no llega, de forma que hay que recibir las oportunidades de este nuevo mundo que nos ha tocado vivir con un sentido positivo y con la esperanza de que van a ayudarnos a mejorar mucho», concluye.