Rosalía Arteaga, expresidenta y exministra de Educación de Ecuador, presidenta de la Fundación para el Desarrollo de América Latina y de la Fundación Cofuturo y reconocida activista por la educación y la infancia y académica de honor y miembro del Senado de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED); Aldo Olcese, presidente de la Fundación Independiente y de la Asociación Nacional Sociedad Civil Ahora, académico de número de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras y académico de número y vicepresidente de la RAED, y José Luis Bonet, presidente del Grupo Freixenet, de la Asociación de Marcas Renombradas Españolas, de la Asociación para el Fomento del Desarrollo Agroalimentario y de la Cámara de Comercio de España y académico de número electo de la RAED, participaron el pasado 28 de abril en el foro «Hacia un nuevo orden político y económico mundial», organizado por la Cámara de Comercio de España en su sede madrileña y transmitido por streaming a través de su canal de YouTube, donde puede visionarse.
El acto estuvo conducido y moderado por José Ramón Calvo, asesor estratégico del Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación, director del Club de Excelencia de Ubbiquo Business School y académico de número y presidente del Instituto de Cooperación Internacional de la RAED. Contó también con la participación de ponentes de primer nivel como el economista y exministro Josep Piqué; Mira Milosevich Juaristi, investigadora principal del Real Instituto Elcano y profesora del Instituto de Empresa, o Enrique Iglesias, exsecretario general iberoamericano.
Bonet abrió el debate destacando la responsabilidad de las autoridades españolas de aprovechar y optimizar los fondos europeos para su recuperación y transformación para garantizarse su futuro en un nuevo escenario geopolítico. «Hay un realineamiento y Rusia ha puesto en alerta al mundo sobre las potencias autocráticas. En este escenario, Estados unidos ha reafirmado su liderazgo. En cuanto al peso demográfico, va a permitir que África e Iberoamérica resurjan, y eso es una oportunidad para España. Ahora cada uno sabe dónde está de cara a la batalla del futuro», señaló el académico electo.
Arteaga, por su parte, se refirió al valor de la educación como elemento transformador en un contexto en el que China aflora como gran ganador de la pandemia. «Cuando hablamos de educación estamos hablando de la solución para el mundo que llegará tras la pandemia y tras la actual guerra de Ucrania. Una educación de calidad, no cualquier tipo de educación. La pandemia abrió una oportunidad con los nuevos modelos híbridos y online, que han llegado para quedarse y que permiten llevar, por ejemplo, la universidad a entornos geográficos y sociales donde antes no llegaba. Con China como dominador del nuevo escenario internacional tendremos que repensar la globalización», argumentó.
Piqué se centró en ese nuevo orden internacional dominado por China y alertó del peso demográfico de otros países como India, Indonesia e incluso Nigeria. «La pandemia y la guerra han acelerado y puesto de relieve tendencias que ya existían antes. El mundo estaba desplazando su centro de gravedad desde el Atlántico al Pacífico, con una bipolaridad diferente a la de la Guerra Fría, fundamentalmente al ser interdependiente. El mundo ya no es eurocéntrico y cada vez somos menos relevantes, pero por primera vez Europa es vista desde el exterior como un único sujeto político y económico. La visión egocentrista de China y su forma de actuar la sitúan en una posición de dominio, pero no de atracción», afirmó.
Iglesias incidió también en esos cambios demográficos que pueden comportar crisis sin precedentes e inabarcables y alertó sobre una transformación trágica del mundo. «Están en riesgo los años más brillantes del mundo desde la Segunda Guerra Mundial. Estamos en un proceso de cambio en el que debe imponerse el sentido común y la colaboración. No podemos permitirnos un proceso de cambio como el que se produjo en el mundo desde la Primera Guerra Mundial hasta el orden que dejó la derrota del totalitarismo», dijo.
Milosevich abordó la guerra de Ucrania y alertó de su evolución. «Rusia ha perdido la primera fase de la guerra, pero no ha cambiado sus objetivos y ahora quiere convertir a Ucrania en un país aislado, sin salida al mar. No ha conseguido cambiar el gobierno ucraniano, pero seguirá intentándolo mediante su desgaste. Estamos ante una guerra por ahora indirecta entre Rusia y Occidente y no se puede descartar una guerra nuclear», consideró.
Olcese, por su parte, destacó el futuro liderazgo chino y apostó por trazar puentes de entendimiento. «Los protagonistas del nuevo orden mundial son ahora Estados Unidos y China, cuyo peso demográfico la hará predominante en breve al ser un valor determinante, en este caso por tener un mercado interno que hace que su economía sea autosuficiente. Pero es que además es el mayor prestamista en el escenario mundial y tiene el dominio en tres continentes: Asia, África y Sudamérica. A ello se suman el control logístico, de materias primas y de tecnología», afirmó.