Javier López-Galiacho, doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, profesor titular de Derecho Civil de la Universidad Rey Juan Carlos, director de Cumplimiento y Sostenibilidad de Fomento de Construcciones y Contratas, presidente de la Asociación de Amigos de los Teatros Históricos de España y académico de número electo de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), elogia la labor de la Real Corporación y adelanta algunos detalles sobre su discurso de ingreso en una entrevista concedida a «La Tribuna de Albacete», su lugar de origen, que se publicó el pasado mes de noviembre, coincidiendo con el reconocimiento que le ofreció el consistorio de la ciudad.
«Mi discurso versará sobre la ética, el Derecho y la empresa, y me contestará el vicepresidente de la Real Academia, el economista y académico Aldo Olcese. Como ahora estoy como directivo en un grupo multinacional español, llevando los temas de cumplimiento, vuelco todo mi conocimiento de cómo en los últimos años la ética o el deber de la ética y el cumplimiento de la legalidad han invadido el mundo de la empresa, a través de los modelos de cumplimiento o los códigos éticos, los canales éticos. Ahora hay una directiva que va a entrar en vigor en España sobre la necesidad de implantar canales de denuncia dentro de las empresas con más de 50 trabajadores», explica.
Para López-Galiacho, su labor como académico le permitirá trabajar desde una nueva tribuna pública para mejorar la sociedad con la convicción de que la ética debe imperar en la forma de hacer negocios. Asimismo, destaca la labor formativa que debe realizarse desde estas instituciones para crear una sociedad civil fuerte y crítica empezando por la juventud, que considera falta de motivaciones.
«Yo veo a la juventud adocenada. Vivimos en un tiempo más de trincheras y es la política la que dicta a la gente. Yo lo veo al revés, tenemos que ser los ciudadanos los que señalemos los asuntos en la agenda de nuestros representantes. Yo lo percibo en mis alumnos de la universidad, que están en sus cosas y veo que hay una carencia grave de sentido humanístico y cultural, vienen muy limpios en cuanto a conocimientos culturales, son muy buenos en lo técnico, pero su deseo de adquirir nuevos conocimientos, más allá de lo técnico, escasea bastante. Lo que tenemos que hacer desde la Real Academia Europea de Doctores es incentivar a nuestros jóvenes para que adopten una posición de protagonismo social», concluye.