Israel

Avram Hershko, Ada Yonath y Aaron Ciechanover, premios Nobel y académicos de honor de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), firman el «Manifiesto de los Nobel Israelíes contra la Reforma Judicial» en su país, un texto que condena las injerencias que esta reforma supone sobre la investigación y las instituciones académicas para su trabajo independiente y en libertad. Los científicos israelíes reconocidos por la Academia Sueca dirigen este llamamiento al presidente de Israel, Isaac Herzog; al primer ministro, Benjamín Netanyahu, y a los miembros de la Knesset, el parlamento israelí, del que la RAED se hace eco y muestra su apoyo.

Manifiesto de los Nobel Israelíes contra la Reforma Judicial

Nosotros, los israelíes distinguidos con el premio Nobel, que trabajamos, residimos y actuamos en Israel, o que hemos realizado nuestra tarea científica en Israel y vinculamos nuestras vidas y la de nuestras familias al Estado de Israel, expresamos nuestra profunda preocupación por las modificaciones propuestas al Sistema Judicial. Dichos cambios de régimen tienen proyecciones claramente negativas sobre la investigación y las instituciones de altos estudios en el país, que son el motor económico y el marco de seguridad necesario para su existencia.

La investigación científica-tecnológica y los altos estudios de calidad florecen en países democráticos donde existe una clara separación de poderes. Ni Polonia, ni Turquía, ni Hungría, ni grandes países como Rusia y China se hallan en el escenario de la ciencia mundial. Los países en que el régimen político establece las prioridades de la investigación y los altos estudios pierden la excelencia científica.

Los visionarios del Estado y sus fundadores comprendieron la necesidad del liderazgo científico para el desarrollo de Israel y fundaron universidades e institutos de investigación aún antes de la creación del Estado, como el Technion, la Universidad Hebrea y el Instituto Weizmann de ciencias. Es una acción sin precedentes en la historia y los resultados no se hicieron esperar: logros económicos y militares y superioridad científica y tecnológica que aseguraron nuestra existencia en lo social y en cuanto a la seguridad. La reforma judicial propuesta sacudirá los cimientos de todo esto.

Emprendimientos científicos e innovación tecnológica requieren de absoluta libertad. En los países en que las instituciones de investigación y altos estudios fueron supeditados al poder ejecutivo se destruyeron las bases del desarrollo científico y tecnológico. En los países en que se debilitó al poder judicial se debilitó consiguientemente también la economía, lo cual redundó en el recorte de los presupuestos para altos estudios e investigación.

Los centros de investigación y desarrollo, en el marco de las universidades o de empresas líderes, que se basan en un equipo académico, en licenciados de universidades e institutos, así como investigadores acreditados en el mundo que hoy investigan en Israel, preferirán trabajar en países con un régimen democrático estable.

Por lo demás, la desestabilización del estatus de las mujeres en el mundo académico, la imposición de programas de estudio carentes de bases científicas, la adjudicación de certificados de profesiones vitales de parte de instituciones no profesionales y otras modificaciones que demandará el poder ejecutivo restarán confiabilidad a todo el sistema de altos estudios.

Por todo lo antedicho, el Estado de Israel perderá la excelencia científica y tecnológica, una pérdida que afectará gravemente a la economía, a la seguridad y a su posición internacional.

Hacemos un llamamiento al presidente del Estado para que haga oír su voz claramente y sin vacilaciones en contra de los cambios propuestos, al primer ministro para que retome las posiciones que sostuvo hasta no hace mucho tiempo, y a los parlamentarios para que escuchen nuestras voces y detengan el cambio de régimen. Hacemos un llamamiento a los presidentes de instituciones de altos estudios y de investigación para advertir acerca del peligro que implican las modificaciones propulsadas para la investigación científica y tecnológica y para la formación de la nueva generación de docentes, ingenieros, médicos, economistas y científicos que asumen la responsabilidad del desarrollo del Estado.