Francisco López Muñoz, catedrático de Farmacología y vicerrector de Investigación, Ciencia y Doctorado de la Universidad Camilo José Cela, miembro fundador del Comité de Observación del Observatorio de Derechos Humanos de España y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), publicó el pasado 3 de julio en el diario digital El Español el artículo «Los tres peligros de la melatonina: un fármaco vendido como suplemento alimenticio en España», que firma junto a Alejandro Romero y Eva Ramos, profesores de Toxicología de la Universidad Complutense de Madrid, y Antonio Juberías, farmacéutico y también docente universitario.
Los cuatro expertos inician su argumentación señalando que si bien numerosos estudios han documentado la baja toxicidad de la melatonina en un amplio rango de dosis, sin evidenciar efectos adversos graves o de importancia clínica significativa, falta información concluyente sobre su toxicidad crónica, su impacto en poblaciones específicas y su interacción con otros medicamentos. «El concepto de la seguridad absoluta de la melatonina no se alinea con la variedad de sistemas fisiológicos a los que afecta. Esta asociación explicaría la profusión de estudios sobre su aplicación en patologías diversas, incluida la Covid-19, aunque sin resultados firmes en muchos de ellos», señalan.
Su condición de medicamento destinado a tratar enfermedades raras por parte de la Agencia Europea del Medicamento hace aumentar las indicaciones basadas en modelos experimentales: asfixia y retinopatía perinatales, preeclampsia, retinitis pigmentosa, síndrome radiactivo agudo, hemorragia intracerebral no traumática o enterocolitis necrotizante, explican los firmantes. «Su autorización por parte de esta agencia como inductor del sueño ha despertado interés sobre los posibles efectos secundarios en niños y su uso prolongado. Se ha reconocido que no hay estudios sólidos que avalen su seguridad a largo plazo en la población infantil, en mujeres embarazadas o a dosis elevadas», añaden.
La situación es distinta en Estados Unidos, donde la Agencia Federal de Alimentos y Medicamentos no considera la melatonina un fármaco. «Eso no impide, que la misma agencia advierta sobre los posibles efectos adversos de su administración para trastornos del sueño, como problemas con los ritmos circadianos e insomnio, debido a la ya citada falta de estudios concluyentes sobre su toxicidad a largo plazo», explican los autores, alertando de que la seguridad y eficacia del principio activo pueden verse comprometidas, especialmente en las formas comerciales de venta libre, si incluyen la sustitución de principios activos, la presencia de contaminantes y sustancias no deseadas, una elaboración que no cumpla con las buenas prácticas de fabricación y un etiquetado que no garantice la dosis real y el estándar de calidad. Un hecho especialmente relevante dado el habitual uso en niños de este principio activo.
Reconocido divulgador de la historia contemporánea, la literatura española de los Siglos de Oro y la medicina y farmacología, López Muñoz es doctor en Medicina y Cirugía y doctor en Lengua y Literatura Españolas, especialista en Medicina Farmacéutica y diplomado en Estudios sobre el Holocausto por la Escuela Internacional para los Estudios del Holocausto de Yad Vashem, en Jerusalén. Es investigador del Instituto de Investigación Hospital 12 de Octubre de Madrid. Ha participado en numerosas investigaciones y es autor de monografías y artículos en sus áreas de investigación.