Amable Esparza
Representante del Instituto de la Ingeniería Española en el Comité de Desarrollo de Capacidades de Ingeniería de la Federación Mundial de Organizaciones de Ingeniería de la Unesco y académico correspondiente de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)
Artículo publicado en el diario «La Vanguardia» el 9 de noviembre de 2021
Amable Esparza, jefe del Departamento Comercial y de Calidad de la Autoridad Portuaria de Sevilla, representante del Instituto de la Ingeniería Española en el Comité de Desarrollo de Capacidades de Ingeniería de la Federación Mundial de Organizaciones de Ingeniería de la Unesco y académico correspondiente de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), reflexiona sobre la progresiva normalización del precio del transporte marítimo en el artículo «El coste del transporte marítimo de mercancías cae a la mitad en un mes», publicado en el diario «La Vanguardia» el pasado 9 de noviembre. Esparza es una voz autorizada en materia de transporte marítimo y logística y sus opiniones son habituales en los principales medios de comunicación españoles.
El académico constata que el descenso de precios es una realidad, aunque hay que contextualizarla y aún es pronto para cantar victoria, ya que los contenedores a día de hoy cuestan un 400% más respecto a finales del 2019. Como otros expertos, se muestra escéptico sobre la hipótesis de que la situación vaya a cambiar de forma sustancial en los próximos meses. «El año nuevo chino es en febrero y esto volverá a encarecer los precios. Los oligopolios del transporte marítimo han tensionado en exceso la logística portuaria en el lado tierra, que no puede absorber la llegada de ingentes cantidades de contenedores en puertos como el de Los Ángeles, entre otros», señala Esparza en el artículo. «Los pedidos para el Black Friday y Navidad ya están hechos, eso ha relajado los fletes», explica un fenómeno que, por ahora, considera coyuntural.
Si bien el cuello de botella generado los últimos meses empieza a deshacerse y aparecen las primeras señales de distensión en el coste del transporte marítimo, Esparza considera que aún es pronto para decir que estamos en el punto de inflexión. Con la pandemia, los precios se dispararon con incrementos de hasta diez veces más en algunas rutas. A raíz del confinamiento, el parón del comercio causó un desajuste de los contenedores, que acabaron mal repartidos entre los puertos. También hubo problemas para conseguir tripulación ante el estallido de la pandemia. Y las navieras aprovecharon para imponer sus tarifas ante un repunte de la demanda tras meses de bloqueo y han obtenido beneficios históricos.
Doctor en Ingeniería Náutica, el académico abordó en su discurso de ingreso en la Real Academia, «Terminales portuarias de contenedores y la eficiencia de la infraestructura en España», la respuesta que el sector del transporte y la logística han debido dar en pocos años a la globalización del comercio internacional, particularmente en el trajín de mercancías marítimas, con las terminales de carga y el movimiento de contenedores como principales exponentes.