Núria Vilanova, fundadora y presidenta de Atrevia Corporation, presidenta del Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica y embajadora extraordinaria de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), reflexiona sobre las oportunidades económicas que se abren para Latinoamérica con la denominada cuarta Revolución Industrial en el artículo «Una oportunidad para Latinoamérica», publicado en el diario económico «El Economista» en su edición del pasado 18 de diciembre. Como reconocida experta en la región, Vilanova analiza puntualmente en sus artículos las novedades y tendencias vinculadas a este ámbito geográfico.
«En 1492, Cristóbal Colón, buscando la India, se topó con América. Este hecho histórico muestra que Latinoamérica ocupa una posición geográfica privilegiada que, junto a su biodiversidad, sus riquezas naturales, materiales, energéticas y agroganaderas, convierten a la región en un actor internacional estratégico y, en la actualidad, clave para el desarrollo y despliegue de la IV Revolución Industrial. La geografía, la geopolítica y la geoeconomía han creado una ventana de oportunidad para que la región no solo crezca, sino que se modernice y desarrolle socialmente», inicia la experta su artículo.
Vilanova explica las dos iniciativas que tanto la Unión Europea como Estados Unidos han lanzado sobre la región. Bruselas ha organizado, en concreto, una cumbre que hacía ocho años que no se celebraba para reactivar la alianza y con el objetivo de recuperar el terreno perdido ante el avance de China asegurarse así una duradera relación privilegiada en la que ambas partes ganen. Washington, por su parte, ha lanzado la Alianza para la Prosperidad Económica de las Américas, que busca mejorar la competitividad regional y movilizar la inversión de alto nivel en el hemisferio, así como canalizar y ordenar los flujos migratorios.
Para la experta, ambas iniciativas son una respuesta al avance de China que ha incluido a América Latina en su estrategia mundial y que ya es el primer socio comercial de algunos de esos países (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Cuba, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela). Asimismo, recuerda que sobre la región planean los intereses de otras potencias como Rusia, que busca aliados para romper su aislamiento internacional. O la India, que percibe a América Latina y el Caribe como un socio, un aliado y un mercado de exportación. Japón, por su parte, no oculta su interés por el área, como tampoco lo hacen los estados petroleros del Golfo (Arabia, Omán, Emiratos o Qatar).
«América Latina ciertamente no atraviesa por un buen momento político ni socioeconómico. Pero la actual situación geopolítica, geoestratégica y geoeconómica del mundo es un viento que sopla a su favor. Geopolíticamente, se trata de una región mayoritariamente democrática, lo cual la transforma en una aliada ideal para la Unión Europea y Estados Unidos. Geoeconómicamente, Latinoamérica es, a diferencia de Rusia, un suministrador fiable para que europeos y estadounidenses obtengan el litio, el hidrógeno verde y los productos agroganaderos que Occidente requiere para asegurar su autonomía estratégica. El interés de las potencias mundiales representa una auténtica oportunidad que si la región es capaz de aprovechar puede ayudarla a modernizar sus estructuras económicas, mejorar su inserción en el comercio mundial y alcanzar un desarrollo social respetuoso con el medio ambiente que desemboque en democracias e instituciones más fuertes, capaces de canalizar las demandas ciudadanas», concluye.