Joaquín Callabed
Presidente del Club de Pediatría Social, académico correspondiente de la Real Academia de Medicina de Zaragoza, de la Real Academia de Medicina de Cataluña y de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)

Joaquín Callabed, presidente del Club de Pediatría Social y académico de número y vicepresidente de la Sección de Ciencias de la Salud de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), presenta el libro «Tiempos para la bioética. Un puente entre la ciencia y los valores» (Club de Pediatría Social), en el que aborda la necesidad de dotar a la medicina de un componente ético que marque sus actuaciones, en particular después de que la actual pandemia haya evidenciado las carencias del actual modelo y muchos sanitarios hayan tenido que tomar decisiones con un criterio que iba mucho más allá de la medicina.

Para Callabed, en pleno siglo XXI, a la vista del desarrollo y los avances científicos que se han producido a lo largo de la historia de la humanidad, es un buen momento para hacer una pausa y reflexionar sobre la esencia de la humanidad a través de un recorrido sobre el pensamiento filosófico de nuestra sociedad. «La ciencia debe respetar los valores y de ahí la importancia de la filosofía y las humanidades en las ciencias y el trabajo interdisciplinario. La bioética surge como el puente necesario entre la ciencia y los valores porque la ciencia explica lo exacto, pero no lo justo y humano», señalaba el académico en la presentación del artículo que dedicó a esta materia en la primera edición del proyecto Retos Vitales para una Nueva Era, impulsado por la Fundación Pro Real Academia Europea de Doctores junto a la RAED, que tituló «¿Puede perdurar el humanismo en un mundo de superficialidad?».

En este trabajo, el académico ya esbozaba las propuestas que desarrolla ahora de forma amplia y sentaba las bases de esa nueva bioética que debe marcar el camino en la profesión en estos tiempos. «La bioética es un puente entre la ciencia y los valores que acompañan a los hechos y consiste en la transferencia de la ética universal a todo lo concerniente a la salud. Es una visión del mundo en la que los avances científicos deben ir unidos a los valores morales y ambientales en su progreso evolutivo dirigido al bienestar de la comunidad humana», señalaba.

Para Callabed, la medicina no debe aportar únicamente analgésicos y tranquilizantes. Debe curar las heridas del cuerpo y las heridas del alma. «No hay enfermedades, sino enfermos. Todo paciente es una persona irrepetible, que merece un tratamiento individualizado y personalizado. La política sanitaria no debería influir en el modo como se desarrolla el acto médico. El médico no es solo el que se limita a diagnosticar, sino quien a veces cura y siempre cuida. Por eso curar con cuidado es quizá la última y originaria justificación de la actitud médica. La ética puede apoyarse en la ciencia si ha conseguido respetar los valores», concluía.

Asimismo, en el artículo «Bioética y deliberación», que Callabed compartió con la comunidad académica en junio de 2020, en plena crisis sanitaria por la pandemia, definía el concepto de bioética y apuntaba las bases de las difíciles decisiones que en aquellos momentos debían tomas muchos facultativos. «La bioética se define como la salvaguarda de la prudencia y responsabilidad para épocas difíciles, para las circunstancias que amenazan a lo humano y reflexiona sobre los avances científicos y por la repercusión de las últimas tecnologías que se han desarrollado sobre el origen de la vida (herencia, manipulación genética, clonación, reproducción asistida, anticoncepción, derechos del menor) y también al final de la vida (soporte vital, redefinición de la muerte, trasplantes, ingresos en Unidades de Cuidados Intensivos…)».

Para el académico, cualquier decisión tomada por un sanitario en el desarrollo de sus funciones debería soportar tres pruebas: la prueba de la legalidad: ¿es legal la decisión?; la prueba de la publicidad: ¿estarías dispuesto a defenderla públicamente?, y la prueba de la consistencia temporal: ¿tomarías esta decisión caso de esperar algunas horas o unos días?