«A principios del siglo XXI se nos hace difícil seguir explicando la sociedad internacional en los términos clásicos»
Santiago Castellà, académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED) y director de la cátedra Tarragona Smart Mediterranean City de la Universidad Rovira i Virgili, considera en el trabajo «La emergencia de las ciudades en la nueva sociedad internacional: ¿Hacia una ciudad Estado?», que presentó en el III Acto Internacional de la RAED, el papel de la ciudad como epicentro de la actual transformación social a través de la tecnología, las nuevas corrientes ideológicas y la creatividad. «En un mundo global, que cada vez se explica menos por el papel del Estado, la ciudad -de nuevo ciudad Estado- vuelve a ser la gran protagonista», sintetiza.
Castellà repasa la configuración y evolución del concepto de Estado contemporáneo que se fijó en la Paz de Wesfalia, en 1648, para concluir que en un mundo globalizado no se sustentan sus fundamentos. «La Paz de Westfalia marca el nacimiento del Estado moderno, que tiene en su base física territorial uno de los elementos determinantes de la soberanía. El Estado, cuya soberanía preconizados como absoluta e ilimitada, responde a una lógica de adquisición de territorios, normalmente mediante la conquista, que ha marcado desde sus inicios la historia de la humanidad», inicia su argumentación.
«A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, y en especial tras la creación con el Tratado de Versalles de la Sociedad de Naciones, las organizaciones internacionales emergen progresivamente como un nuevo actor de la sociedad y sujeto del ordenamiento jurídico internacional -prosigue-. Pero es a principios del siglo XXI cuando se nos hace difícil seguir explicando la sociedad internacional, y con ella el ordenamiento jurídico internacional llamado a ordenarla, en términos como los surgidos en Westfalia. Una pluralidad de nuevos actores trazan un complejo y variado sistema de interrelaciones mutuas que desbordan la entronizada intangibilidad de las fronteras».
Castellà considera que hasta ahora se ha prestado escasa atención a la ciudad como epicentro de las grandes transformaciones globales que vive el planeta. Aunque las nuevas smart cities, donde las nuevas tecnologías de la información y la comunicación han puesto de relieve el profundo proceso de urbanización que vive todo el mundo y la creciente autonomía y flexibilidad de las ciudades para operar ágilmente en una sociedad global buscando atraer recursos, generar conocimiento y ofrecer mejores oportunidades vitales y calidad de vida a sus habitantes, abren un nuevo marco. «Debemos acabar planteándonos si asistimos al nacimiento de una nueva ciudad Estado», concluye el académico.