José María Baldasano
Catedrático emérito de Ingeniería Ambiental de la Universidad Politécnica de Cataluña, consultor del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)
Encuentro virtual «Barcelona, Zona de bajas emisiones», celebrado por el diario «La Vanguardia» el 27 de octubre de 2020
José María Baldasano, catedrático de Ingeniería Ambiental de la Universidad Politécnica de Cataluña y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), participó el pasado 27 de octubre en el encuentro virtual «Barcelona, Zona de Bajas Emisiones», celebrado por el diario «La Vanguardia». El académico presentó el estudio «Las Zonas de Bajas Emisiones para mejorar la calidad del aire de las ciudades». Su intervención estuvo precedida por la de Janet Sanz, segunda teniente de alcalde del Área de Ecología, Urbanismo, Infraestructura y Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, que presentó los objetivos municipales para luchar contra la contaminación, y le siguieron dos mesas redondas sobre «¿Cómo el sector de la automoción se está adaptando a los nuevos retos ambientales?» y «¿Cómo contribuimos a mejorar esta situación?», con la participación de representantes del sector afectado y con especialistas en planificación urbana de primer nivel de los ámbitos público y privado.
«La expectativa de muertes prematuras por contaminación atmosférica a nivel mundial es de siete millones de personas al año. En España estamos en más de 4.000 y en Europa en más 400.000. En el plano económico, eso representa que en Barcelona se pierdan más de 2.000 millones de euros al año. España pierde en torno a un 3,4% de su PIB por la contaminación, según las estimaciones del Banco Mundial. Todo ello se debe al uso de combustibles fósiles, que también tiene incidencia en el cambio climático», inició el académico una intervención en la que tras alertar sobre los problemas para la salud y el medio ambiente de la contaminación atmosférica conminó a los responsables municipales a ser más ambiciosos.
«Tenemos un problema de contaminación crónica y sistemática. Las zonas de bajas emisiones tienen ya una historia de 20 años en Europa y su finalidad es reducir emisiones, no de afectar a la movilidad. La de Barcelona es una zona muy poco ambiciosa, por su horario, de 7 a 21 horas, y por su extensión», señaló, asegurando que las medidas adoptadas por el Ayuntamiento de Barcelona son insuficientes. Baldasano se mostró partidario de incluir los vehículos con etiqueta amarilla en las restricciones, un extremo que el calendario de las autoridades metropolitanas incluidas en la Zona de Bajas Emisiones contempla el año que viene, y abogó por acelerar la electrificación de los autobuses de la ciudad.
El acto sirvió para abordar la contaminación, analizar las medidas que se están tomando y las que se tendrán que tomar. «Un encuentro que fue una invitación al diálogo a actores que, en más de una ocasión, defienden posiciones contrarias, pero que están obligados a entenderse», según señalaron los propios organizadores. Jordi Juan, director de «La Vanguardia», inauguró la sesión y felicitó al Ayuntamiento por la aplicación de la Zona de Bajas Emisiones, que ha apartado de la ciudad al 17% de los coches más contaminantes, si bien advirtió de la importancia del diálogo y de que no se tomen medidas de forma unilateral. Presentó y condujo en evento el director adjunto de «La Vanguardia» Enric Sierra.