Aldo Olcese, presidente de la Fundación Independiente y de la Asociación Nacional Sociedad Civil Ahora, académico de número de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras y vicepresidente y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), dirigió y moderó el pasado 24 de marzo el debate «Inteligencia Artificial en el sector salud», organizado por la Sección de Ciencia y Tecnología del Ateneo de Madrid en la sala La Cacharrería de esta entidad con la participación de Daniel Ferrer Cid, experto en Inteligencia Artificial y fundador de la Tecnología Coria, y José Ángel Cabrera, jefe del Servicio de Cardiología de varios hospitales QuirónSalud.
«De este campo se habla poco, pero afortunadamente hay mucha gente interviniendo, haciendo mucho y hablando poco. Hablar de salud e Inteligencia Artificial no solo es muy prometedor, sino esencial para el futuro de la humanidad. Una misión capital que se pone de manifiesto en un momento en el que la sanidad está en convulsión a consecuencia de la pandemia, lo que genera una gran sensación de incertidumbre. La sanidad va a sufrir una gran transformación y va a ser muy positiva, redundando en una mejora enorme gracias, precisamente, a la introducción de la Inteligencia Artificial», introdujo el académico el debate.
Cabrera inició su intervención mostrando los dibujos que Leonardo Da Vinci realizó de la anatomía del corazón y la realizada actualmente por un TAC, mostrando imágenes prácticamente idénticas y evidenciando que la voluntad de la intervención del ser humano en el conocimiento y la mejora de la salud va mucho más allá de épocas y tecnologías. Asimismo, explicó de forma sucinta la evolución de la cardiología y la mejora tanto del diagnóstico de las patologías como la intervención en la actuación de los cardiólogos para combatir todo tipo de afecciones. Aun así, señaló que la medicina preventiva aún tiene un largo recorrido en su especialidad, ya que un 24% de los fallecimientos que se producen en España se deben a problemas cardiovasculares.
Ferrer, por su parte, trató de responder a la pregunta «¿hacia dónde vamos?», enfocada en el ámbito de la Inteligencia Artificial que aborda en sus investigaciones. En este sentido, señaló que el camino es el aprendizaje a través de esta tecnología, que minimiza el error, para mejorar la salud, mejorando el diagnóstico de todo tipo de patologías, ahondando en todo tipo de datos ahora inabarcables para un experto. A través de estos datos, basados en gran parte en imágenes, la Inteligencia Artificial aplicada a la Tecnología Coria desarrollada por el propio experto es capaz de ajustar diagnósticos y determinar la evolución de determinadas patologías cardíacas a partir de pruebas como electrocardiogramas y tomografías.
Tras las exposiciones, Olcese introdujo una serie de preguntas que permitieron profundizar en el alcance de la Inteligencia Artificial en la transformación del sector sanitario, la mejora de la salud y el bienestar, la robotización, el riesgo de deshumanización de muchos ámbitos, que los expertos rechazaron en redondo, la nueva formación de expertos fundamentada en estas nuevas tecnologías, así como las regulaciones y nuevos marcos legales que comportan esta transformación, especialmente en un sector donde existe una gran sensibilidad en la protección de datos. Tras las respuestas de los expertos al conductor de la sesión se abrió un enriquecedor turno de preguntas entre el público.