El último informe del proyecto de observación y protección de la biodiversidad marina Silmar, gestionado por la Unidad de Medio Ambiente y Ecología de la Fundación Pro Real Academia Europea de Doctores, correspondiente a la estación de La Cima, de Castell-Platja d’Aro, se congratula por la regeneración de una colonia de coral de la especie la ‘Eunicella sigularis’, una gorgonia marina perteneciente a la familia ‘Gorgoniidae’. Este tipo de ejemplares se ha convertido en un valioso bioindicador de la calidad de los ecosistemas marinos del Mediterráneo y las observaciones han demostrado que están en clara regresión, ya que se vienen observando colonias muertas en todo el mundo desde el año 2015 y cada vez menos colonias jóvenes. Paradójicamente, en las observaciones en la estación Silmar se ha podido observar y fotografiar la regeneración de una colonia que había sido afectada por necrosis apical durante los últimos dos años.
Por otra parte, el informe, elaborado con los datos de las observaciones de agosto y septiembre, explica que durante las salidas de control y monitorización de la estación se detectaron nuevos impactos que la actividad humana genera sobre el medio marino, recordando que en julio se encontró una red de pesca abandonada sobre el arrecife principal de La Cima, que fue retirada con la colaboración de un grupo de voluntarios, para evitar el impacto de la denominada pesca fantasma, que no se recoge, sobre la biodiversidad. El documento señala que Silmar defiende un modelo de conservación activa del medio marino donde todos los agentes sociales que viven y utilizan el mar deben contribuir tanto a su conservación y sostenibilidad como a su restauración y conservación desde la acción local.
El reporte de estos últimos meses concluye con una mención al informe «The 2023 State of the Climate Report: Entering Uncharted Territory», elaborado por reconocidos expertos internacionales y publicado en el número 12, volumen 73, de la revista «BioScience», correspondiente a diciembre de 2023. Un documento que revela un panorama alarmante sobre el estado del medio ambiente global y, en particular, en el medio marino. «Hay 25 signos vitales del planeta evaluados que muestran un empeoramiento grave, especialmente en los ecosistemas marinos, lo que implica consecuencias devastadoras para la biodiversidad y el medio ambiente. Entre los impactos más graves, el informe subraya el aumento sin precedentes de la temperatura oceánica y la acidificación de los océanos. Un calentamiento que, junto con la absorción de dióxido de carbono por el mar, ha acelerado la acidificación, afectando a los organismos sensibles como los corales y las especias con caparazones de carbonato de calcio. En escala global, el retroceso de los glaciares y el deshielo del Ártico y la Antártida están contribuyendo al aumento del nivel del mar, amenazando los ecosistemas costeros y las especies que dependen», explica Silmar.
Los expertos del proyecto también inciden en la alerta que este informe internacional sitúa en la sobrepesca y la pesca insostenible, que también destacan como factores clave en la degradación de los ecosistemas marinos. «Estos factores han contribuido a la disminución de las poblaciones de peces y en la destrucción de hábitats esenciales, lo que debilita todavía más la biodiversidad. Además, la contaminación por plásticos y el uso excesivo de fertilizantes han agravado la calidad del agua, creando zonas muertas en los océanos, donde la vida marina no puede sobrevivir a causa de la falta de oxígeno».
La advertencia de Silmar, no obstante, acaba con un mensaje esperanzador: «Aunque los impactos del cambio climático y la degradación ambiental son extremadamente preocupantes, hay acciones humanas que ofrecen un rayo de esperanza para la restauración y conservación del medio marino. Estas medidas requieren una acción rápida, decidida y coordinada a nivel global para proteger la biodiversidad y garantizar la sostenibilidad de los ecosistemas marinos a largo plazo».