Xabier Añoveros
Académico de número y vicepresidente de la Junta de Gobierno de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)
Xabier Añoveros, académico de número y vicepresidente de la Junta de Gobierno de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), comparte con la comunidad académica una breve reseña personal y académica de la oceanógrafa Ángeles Alvariño, cuyo nombre se ha hecho muy presente en la actualidad al llamarse así el buque del Instituto Español de Oceanografía (IEO) que busca indicios sobre el parricidio ocurrido en aguas de Tenerife. El texto procede del proyecto Oceánicas, del propio IEO con financiación de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología. Una iniciativa que tiene como objetivo divulgar el trabajo de científicas dedicadas al estudio de los océanos, tanto actuales como del pasado, dar a conocer su vida y obra, tratando así de generar vocaciones científicas en niñas y niños, fomentar su creatividad, su capacidad de decisión y el trato igualitario frente a las desigualdades de género desde edades tempranas.
Ángeles Alvariño (1916-2005)
Oceanógrafa gallega experta en zooplancton que descubrió 22 nuevas especies para la ciencia
Tristemente, estos últimos días hemos oído mucho el nombre de Ángeles Alvariño, el barco que trabaja incansablemente en las aguas de Tenerife, pero sabemos muy poco sobre la increíble historia de la mujer que le dio nombre.
Nació un 3 de octubre de 1916 en Serrantes, un pequeño pueblo costero de Galicia.
En 1934 se trasladó a Madrid para estudiar Ciencias Naturales pero, a causa de la Guerra Civil, se cerraron las aulas y volvió a Galicia. Aprovechó este tiempo para aprender francés e inglés, lo que le resultaría fundamental para su futura carrera en el extranjero. Ángeles pudo continuar sus estudios tras la guerra y se licenció en 1941. Después de algunos años como profesora de instituto se fue a Madrid junto a su marido, que era militar y había sido destinado en el Instituto Español de Oceanografía (IEO), donde ella se incorporó como becaria a los 34 años. Dos años después consiguió una plaza de bióloga en el Centro Oceanográfico de Vigo del IEO y empezó a estudiar el zooplancton.
En 1953 recibió una beca para seguir estudiando estos pequeños organismos en Reino Unido, donde se convirtió en la primera mujer científica en trabajar a bordo de un barco británico de investigación. Tres años más tarde volvió a hacer las maletas para continuar sus investigaciones en Estados Unidos bajo la tutela de otra pionera: Mary Sears. Ella fue quien, impresionada con su obra, la recomendó para ocupar un puesto en el Instituto Scripps de Oceanografía, en California, donde permaneció hasta 1970.
Continuó su carrera en la prestigiosa Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, donde estudiaría las larvas de peces en el plancton. Tras su jubilación, en 1987, continuó trabajando como científica emérita y escribiendo y dando a conocer la historia de las ciencias marinas en España.
Gracias a su meticuloso trabajo, Ángeles describió 22 nuevas especies planctónicas para la ciencia. En 2005 falleció y desde 2012 uno de los buques oceanográficos más avanzados de la flota española lleva su nombre.