Pedro Nueno, profesor de la escuela de negocios IESE-Universidad de Navarra, presidente de la Escuela de Negocios Internacional China-Europa (Ceibs) y académico de número y presidente de la Sección de Ciencias Sociales de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), analiza el retorno a la presencialidad en las principales dinámicas del ámbito laboral y corporativo, el inabarcable debate de los sistemas públicos de pensiones y el progreso profesional en los artículos «Combinando», «Pensionando», «Asistiendo» y «Cambiando», que ha ido publicando en el diario «La Vanguardia» entre los pasados 21 de mayo y 11 de junio.
En «Combinando», el académico reflexiona sobre las ventajas de la presencialidad en la presentación de las empresas en lugar de los formatos digitales, más difíciles de seducir a los clientes o consumidores finales, al menos a día de hoy. «Buscar formas de interesar a los posibles clientes a presenciar algo que les interese y les atraiga y aprovechar ese enganche para ir paseando la marca y algunos de sus productos como algo secundario, en un lateral, desapareciendo y apareciendo, puede contribuir a un gran éxito. Parece que con este montaje se puede meter la marca en alguna zona del cerebro del posible cliente y esa zona secundaria del cerebro va enviando mensajes a la zona que gestiona las compras del posible cliente y va colocando bien allí las marcas asociadas a los productos de esas marcas de forma que cuando el posible cliente vaya de compras de algún producto que utilizó el proceso y el posible cliente vea ese producto, le suene la música en su cerebro, le salga un edificio precioso y una serie de cuadros expuestos en una sala del edificio y se acuerda de unos cuadros formidables de un pintor famoso», argumenta.
Por otra parte, en «Pensionando», Nueno aborda el recurrente debate de los sistemas públicos de pensiones y las jubilaciones, aconsejando el ahorro personal y los planes de pensiones privados para complementar unas retribuciones públicas cada vez más en entredicho. «Si uno se prejubila con 60 años y luego podría vivir hasta los 120 (con la mejora de la medicina, la farmacia y la calidad de vida), ¿dónde hay dinero para pagarle pensiones durante 60 años? Los que nos gobiernan conocen muy bien este problema, pero piensan: ‘Los que vengan detrás, que lo resuelvan de alguna manera o que expliquen que no hay solución'».
El retorno de la presencialidad en las reuniones corporativas es la materia que Nueno trata en «Asistiendo», planteando las ventajas del cara a cara, tanto en los encuentros en sí como en los apartes, esenciales para los matices. «Las reuniones online no permiten hablar privadamente con alguno de los que asisten a la reunión. En una reunión presencial uno puede hacer una pregunta o un comentario en voz baja a otro que le puede ayudar a entender mejor algo, o puede hacerle un comentario a otro, pero es un comentario que no le gustaría que oyesen algunos de los asistentes a la reunión. Si está hablando un alto directivo y muestra que no conoce bien un tema de la empresa (algo tecnológico, algo relacionado con un proveedor o un competidor), nadie se atreverá a interrumpirle y corregirle online, aunque en una reunión presencial sí se atrevería alguien probablemente a decirle algo», concluye.
Por último, en «Cambiando», el analista analiza el necesario progreso profesional y la necesidad de un networking activo para hacerlo una realidad. «La principal razón para asistir a un evento debería ser seguir aprendiendo, estar al día y adquirir ideas sobre la posible evolución hacia el futuro del sector. Sin duda es importante también conocer a personas relevantes del sector y conseguir una evaluación de uno mismo hablando y sobre todo escuchando a directivos que ocupan puestos de más nivel. A veces, cuando un directivo de más nivel que el de otro que escucha interviene en una ponencia, el que escucha, tras la ponencia, tiene la impresión de que ese ponente, directivo de más nivel que el suyo, no parece ni mejor preparado, ni con más experiencia. Y, además, seguro que el directivo oyente sabe que el ponente gana más que él. Otro estímulo del evento para cambiar de empresa», afirma.