Francisco López Muñoz, catedrático de Farmacología y vicerrector de Investigación, Ciencia y Doctorado de la Universidad Camilo José Cela, miembro fundador del Comité de Observación del Observatorio de Derechos Humanos de España y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), pronunció el pasado 23 de mayo, en el marco de la celebración del 324.º aniversario de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla, la conferencia «La ciencia como base para la construcción patriótica: El ejemplo de Cajal». La solemne sesión se llevó a cabo en la sede académica y contó con la presentación de José Antonio Milán Martín, académico de número de la Real Corporación. Tras la presentación se realizó la entrega de la placa conmemorativa de los 25 años como académicos de número a Carlos Martínez Manzanares y Blas Rodríguez de Quesada Tello y enquiridión académico por el también académico numerario Jorge Domínguez-Rodiño Sánchez Laulhé. La clausura el acto correspondió al presidente de la institución, Carlos Infantes Alcón.
«No debemos solo reivindicar la figura de Santiago Ramón y Cajal, sino dar a conocer una faceta de su vida mucho menos conocida que sus aportaciones científicas, como son sus planteamientos filosóficos, humanísticos, culturales o incluso políticos, incluyendo su visión del sentimiento patriótico, vinculado a la defensa y promoción de la ciencia. La desazón ocasionada por la pérdida de Cuba en 1898, donde estuvo próximo a perder la vida, llevó al científico, tras un periodo de reflexión personal, al mundo de la política, integrándose en el movimiento regeneracionista liderado por Joaquín Costa. En este contexto es cuando surge su ideal patriótico. Curiosamente, el término patriotismo y sus análogos constituyen las palabras más usadas por Ramón y Cajal en toda su obra escrita, exceptuando sus textos histológicos. La visión cajaliana del patriótico es de naturaleza quijotesca y siempre de carácter crítico, moral y políticamente neutral», inició el conferenciante su alocución.
En este contexto, el experto recordó cómo el movimiento regeneracionista alcanzó su mayor apogeo cuando Costa organizó, en 1901, en el Ateneo de Madrid, un coloquio bajo el título de «Oligarquía y caciquismo como forma actual de gobierno en España». En él defendieron sus ponencias, entre otros, Miguel de Unamuno, Francisco Pi y Margall, Gumersindo de Azcárate, Emilia Pardo Bazán y el propio Santiago Ramón y Cajal, quien despuntó sobre el resto de ideólogos regeneracionistas en la defensa de la ciencia y la cultura. «Para un temperamento tan comprometido con el engrandecimiento de la patria y el resurgir de unos valores morales y culturales que borrasen la imagen de decadencia que tenía la España que le tocó vivir, la humillante derrota con los Estados Unidos y la pérdida material de unas tierras por las que el propio Cajal luchó y a punto estuvo de morir, dejaron una huella que no desaparecería hasta el final de sus días. ‘A patria chica, alma grande’ sería su lema, y sus armas, la voluntad, la perseverancia, la tenacidad y el trabajo diario», señaló el académico.
Reconocido divulgador de la historia contemporánea, la literatura española de los Siglos de Oro y la medicina y farmacología, López Muñoz es doctor en Medicina y Cirugía y doctor en Lengua y Literatura Españolas, especialista en Medicina Farmacéutica y diplomado en Estudios sobre el Holocausto por la Escuela Internacional para los Estudios del Holocausto de Yad Vashem, en Jerusalén. Es investigador del Instituto de Investigación Hospital 12 de Octubre de Madrid. Ha participado en numerosas investigaciones y es autor de monografías y artículos en sus áreas de investigación. A una larga serie de distinciones suma la reciente designación como miembro honorario de la Academia Nacional de Medicina de México.
La Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla es la más antigua del mundo en medicina y tercera de las generales en el saber, tras la Academia Francesa (1635) y la Real Sociedad de Londres (1662). La institución data de 1693 cuando un joven médico, Juan Muñoz y Peralta, natural de Arahal (Sevilla), renuncia a su cátedra en la Facultad de Medicina de Sevilla, disconforme con los anticuados métodos universitarios y, por su cuenta, funda la Veneranda Tertulia Hispalense. Actualmente, la Real Academia cuenta con 45 académicos de número, nueve académicos de honor activos, tres académicos honorarios, tres académicos de erudición, dos académicos institucionales y 372 académicos correspondientes.