El historiador mexicano Enrique Sada, colaborador habitual de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), comparte con la comunidad académica diversos temas de la actualidad mexicana vinculados de una forma u otra a su historia, así como sus correlatos en el mundo hispano, en los artículos «Fascismo venezolano por decreto» y «Nueva apología del crimen en CDMX», publicados en el portal El Siglo de Torreón los pasados 3 y 24 de mayo, y «Antes de las elecciones: Una lección histórica para los medios», que se publicó el 31 de mayo en el diario digital Código Libre.
En «Fascismo venezolano por decreto», el experto encabeza su reflexión con una cita atribuida a Winston Churchill que resume a la perfección el sentido de su reflexión: «Los fascistas del futuro se llamarán a sí mismos antifascistas». «Una de las patrañas ideológicas recurrentes desde la segunda mitad del siglo XX hasta la fecha suele ser el falso positivo que asocia o tipifica el fascismo como derecha. Repetido hasta la náusea por los socialistas en un intento burdo por descalificar y criminalizar a quienes disienten de su superchería política criminal, la realidad es que -al igual que el nacionalsocialismo- el fascismo siempre ha sido izquierda por definición ontológica y hasta por su origen histórico», inicia Sada su reflexión. Para el historiador, la llamada ley contra el Fascismo promovida por el Gobierno de Nicolás Maduro que está a punto de ser aprobada por el Parlamento de Venezuela es una ley para censurar la libertad de expresión y castigar a la disidencia política.
Por otra parte, en «Nueva apología del crimen en CDMX», el colaborador de la RAED denuncia las políticas practicadas en Ciudad de México por varias generaciones de gobernantes que, a su entender, la convirtieron en botín político y centro de jugosos negocios. «La ciudad y sus habitantes han tenido que sufrir las ocurrencias de sus autoridades locales que (entre la Jefatura de Gobierno y los gobiernos delegacionales) han incurrido en actos que ofenden a sus gobernados como la escasez de servicios públicos de calidad, suciedad en sus calles, hacinamiento, contaminación ambiental, inseguridad y por si fuera poco, hasta delincuencia organizada desde el año 2001 hasta la fecha. Como válvula de escape muy común para escatimar la solución a estos problemas que evidencian abandono y desprecio hacia sus gobernados, los jefes de Gobierno capitalinos suelen recurrir a ofrecerles pan y circo; ya sea a través de eventos multitudinarios como conciertos gratis donde suele contratarse algún ícono musical de la cultura pop, o de obras faraónicas inútiles y monumentos espantosos que no representan a nadie más que la ocurrencia de algún burócrata sin imaginación o las parafilias políticas de quien por desgracia dirige los destinos de la capital de la República y su presupuesto», considera.
Finalmente, en «Antes de las elecciones: Una lección histórica para los medios», el analista critica la manipulación mediática que sufre México haciendo referencia a un ejemplo acaecido en la Cuba prerrevolucionaria. «Unos por interés público y cínico como cuando Rocío Nahle e Irma Eréndira Sandoval utilizaron, desde su consejo editorial, cierto diario que gozaba de prestigio nacional a su conveniencia hace seis años; otros por complicidad criminal histórica, como negocio, con regímenes violadores de derechos humanos al amparo de la misma superchería política; y algunos más por miedo al embate socialista pasan por alto esta lección y hacen campaña al régimen y a su candidata, pensando que con ello evitarán represalias, olvidando su responsabilidad como informadores de la verdad y el hecho de que los tiranos no suelen tener lealtades, ni respeto ni memoria a la hora de hacerse del poder», reflexiona.