Joaquín Callabed - V Acto Internacional RAED en Budapest (Hungría)

Dr. Joaquín Callabed

Joaquín Callabed, presidente del Club de Pediatría Social, académico correspondiente de la Real Academia de Medicina de Cataluña y académico de número y vicepresidente de la Sección de Ciencias de la Salud de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), aborda algunas de las principales inquietudes a las que se enfrentan los padres, especialmente primerizos, ofreciendo consejos desde la óptica profesional, en los artículos «Cómo tratar la depresión en adolescentes», «Consejos para prevenir accidentes infantiles«, «El pediatra en casa, ¿cómo tratar la fiebre?» y «Cómo prevenir accidentes infantiles en piscinas», publicados entre los pasados 17 de mayo y 8 de junio en la sección «Lectores expertos» de la edición digital del diario «La Vanguardia», de cuya comunidad de lectores forma parte activa.

En «Cómo tratar la depresión en adolescentes», el experto considera que todo adolescente debería ser visitado anualmente a partir de los 13 años para detectar posibles problemas psíquicos. «Para detectar cuadros depresivos e intentos de suicidio en adolescentes, en la visita médica nos resulta de gran utilidad utilizar de forma sistemática el Cuestionario HEADSS de salud», apunta el experto. Se trata de un completo método que aborda el ambiente familiar (Home), el ambiente escolar o laboral (Education), cómo actúa en su círculo social y espacios de ocio (Activities), indaga si existe historia de consumo de sustancias tóxicas, sin olvidar el tabaco y el alcohol (Drugs), cómo el joven vive su sexualidad (Sex) y si existen síntomas de depresión marcados e ideación suicida (Suicide).

Por otra parte, en «Consejos para prevenir accidentes infantiles» Callabed señala que para evitar incidentes es la prevención y se hacen necesarias las reuniones familiares para sentar bases en común. «Durante los tres primeros años los niños tienen poco sentido del peligro y de la autoprotección dependiendo por completo de los adultos para cuidar su seguridad. Entre uno y dos años son la primera causa de mortalidad infantil», explica el académico, que enumera una serie de cuestiones fundamentales para garantizar la seguridad de los niños tanto en el hogar como fuera de él y plantea diversas preguntas parra evaluar el nivel de seguridad y la conciencia que existe al respecto.

En «El pediatra en casa, ¿cómo tratar la fiebre?», el presidente del Club de Pediatría Social presenta unos consejos prácticos para atender a los niños cuando se detecta este síntoma que suele acompañar a numerosas enfermedades, por lo general de fácil tratamiento y rápida solución, por más que alarme a los padres. «La fiebre provoca transpiración y sed intensa, y baja en la producción de orina. La aceleración del pulso, los latidos del corazón y la respiración agitada son signos que acompañan al estado febril. El niño con fiebre pierde el apetito y sus ojos se tornan rojos y vidriosos. Le invade un gran cansancio y malestar general. No le fuerce a comer. Lo más preocupante en los estados febriles es la posibilidad de convulsiones, resultantes del calor excesivo que deben soportar los centros motores del cerebro. Por esto se lucha contra la fiebre. Existen una serie de medidas físicas para bajar la fiebre, que pueden aplicarse solas o acompañadas de algún antipirético que indique su pediatra», explica el experto antes de ofrecer una serie de sencillas y prácticas pautas.

Por último, en «Cómo prevenir accidentes infantiles en piscinas», el académico trae a colación los consejos sobre seguridad que ha implementado el Gobierno francés en relación a las piscinas públicas y privadas, como la instalación de una barrera de protección provista de una puerta de cierre automático, una alarma sonora colocada en la superficie del agua o alrededor de la piscina o una lona cerrándola cuando no se utilice. Como normas complementarias se recomienda asignar un adulto a cada niño, tener flotadores adaptados, así como una vara larga, una boya y un teléfono para solicitar socorro. Después del baño, la piscina debe quedar libre de objetos y juguetes y convenientemente cerrada. Asimismo es recomendable mantener los productos de tratamiento del agua fuera del alcance de los niños.

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Leer «Consejos para prevenir accidentes infantiles»
Leer «El pediatra en casa, ¿cómo tratar la fiebre?»
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