Albert Estrada
Conservador jefe del Gabinete Numismático de Cataluña, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Iberoamericana de Estudios Numismáticos y académico correspondiente de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)
Albert Estrada, conservador jefe del Gabinete Numismático de Cataluña, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Iberoamericana de Estudios Numismáticos y académico correspondiente de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), ha diseñado la exposición «Barcelona, fàbrica de balances», que se ha expuesto en la Biblioteca Joaquim Folch i Torres del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) con fondos recientemente adquiridos por el propio museo y que a partir de ahora formarán parte de su colección permanente.
La muestra ha recogido parte del fondo histórico del antiguo taller de fabricación de balanzas Tarradell de Barcelona. Se trata de un donativo ofrecido por las hermanas Núria y Eulàlia Tarradell en memoria de su padre, el arqueólogo Miquel Tarradell (1920-1995), de quien este año se celebra el centenario de su nacimiento. El fondo es muy variado y está íntegramente vinculado a los orígenes del taller familiar. Los Tarradell entraron en el negocio de las balanzas tras comprar, en 1892, el acreditado taller Farriols de Barcelona. Este último se remontaba al último cuarto del siglo XVIII, y con los Tarradell encontró continuidad adaptándose a las necesidades del mercado hasta su cierre en el último cuarto del siglo XX. La familia Farriols, primero, y la familia Tarradell, después, fabricaron todo tipo de balanzas y pesos a lo largo de una época en que la ciudad condal se convirtió en un importante centro productor de estas piezas.
En Barcelona, los encargados de la fabricación de pesos y medidas se encuadraron en el gremio de los cerrajeros. Las autoridades municipales se reservaban el derecho de supervisar las piezas producidas y, llegado el caso, castigar a los infractores si encontraban medidas inexactas. Para llevar a cabo estas tareas, el municipio nombraba unos oficiales específicos conocidos con el nombre de afinadores y contrastes, que solían ser destacados cerrajeros. Estos, como testimonio y garantía de su verificación, marcaban los pesos o las balanzas verificados con una marca estampada junto al escudo de la ciudad.
En la Barcelona de los siglos XVIII y XIX había varias casas que fabricaban, entre otros tipos de piezas, las balanzas destinadas específicamente al pesaje de las monedas. Los apellidos Barbarà, Crusats, Deop o Farriols aluden tanto a afinadores de medidas pero también a cerrajeros con taller de fabricación abierto. Se trataba de familias de artesanos con obradores en los que producían las balanzas y los pesos que luego vendían en las tiendas, que también tenían abiertas y que se convertían en auténticos escaparates de su producción.
La conservación en el fondo del taller Tarradell de algunas piezas y documentos procedentes del antiguo taller Farriols, tales como libros de patrones, libros de cuentas y otros materiales, permite reconstruir y evocar un sistema de producción y unos usos hoy olvidados, pero que en su época eran cotidianos. Sobre todo en un momento en que las monedas tenían un valor intrínseco que hacía que se tuviera que verificar el peso con la ayuda de balanzas y ponderales específicos.