Joaquín Callabed
Presidente del Club de Pediatría Social, académico correspondiente de la Real Academia de Medicina de Zaragoza, de la Real Academia de Medicina de Catalunya y de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)
Artículo publicado en el «Diario del Alto Aragón» el 28 de enero de 2021
Joaquín Callabed, presidente del Club de Pediatría Social y académico de número y vicepresidente de la Sección de Ciencias de la Salud de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), comparte con la comunidad académica el artículo «Cómo estimular la resiliencia», que publicó el pasado 28 de enero en el «Diario del Alto Aragón». En él, el académico esboza la figura y el pensamiento del neurólogo, psiquiatra, psicoanalista y etólogo francés Boris Cyrulnik.
Cómo estimular la resiliencia
Conocí a Boris Cyrulnik en el Palacio de Congresos de Lyon tras una conferencia que pronunció en la Sociedad Francesa de Pediatría. Aceptó mi solicitud de entrevista y charlamos más de una hora en el salón de prensa. Me dedicó su libro «Los patitos feos».
Es uno de los más importantes estudiosos de la resiliencia junto a Manciaux, Vaninstendael y Lecomte. Persona afable, próxima y muy sensible con la infancia y adolescencia traumatizada.
Cyrulnik estudió Medicina en París y más tarde, conducido por el deseo de revaluar los acontecimientos de su propia vida, empezó a estudiar psicoanálisis y posteriormente neuropsiquiatría. Dedicó su carrera especialmente al tratamiento de niños traumatizados.
La resiliencia, dice, «es la capacidad de hacer frente a las adversidades de la vida, transformar el dolor en fuerza motora para fortalecerse y salir fortalecido de ellas. Una persona resiliente comprende que es el arquitecto de su propia alegría y de su propio destino».
Cyrulnik introduce en su obra el concepto de «tutor del desarrollo» y considera que en el niño en dificultad, lo acepta y tiene un papel clave en el desarrollo posterior. Entre los factores que pueden ayudar en el desarrollo de la resiliencia están:
- Una persona con la que el niño tenga un vínculo fuerte y constructivo.
- Relaciones formales y también informales con el tutor.
- El niño precisa de una persona que crea en él y descubra y valore sus aptitudes.
- Reglas claras de comportamiento y que conduzcan sus actitudes.
- Confianza y un sentido de la coherencia.
- Escuchar y tener en cuenta la opinión del niño.
- Asumir responsabilidades según sus posibilidades.
- Desarrollar sus aptitudes e integrarle en un contexto social educativo y familiar conveniente.
- Acceso a recursos varios según posibilidades e intereses, como bibliotecas, trabajos manuales, expresión artística, deportes.
- Cubrir las necesidades básicas de atención sanitaria, alimentación, vivienda.
La resiliencia puede manifestarse a raíz de una situación difícil que puede tener orígenes variados: Trauma puntual como la muerte de una persona allegada, trauma por abusos sexuales vividos en la familia, por una limitación permanente como una tetraplejía, una situación de riesgo como los niños que viven en la calle etc.
Entre las recomendaciones para el abordaje de la resiliencia están:
- «Primun non nocere» (primero no hacer daño).
- No categorizar ni etiquetar y hacer juicios definitivos. Diagnóstico precoz no es sinónimo de pronóstico prematuro.
- No culpar a los que destruidos por la vida desarrollan comportamientos aberrantes peligrosos o socialmente inaceptables.
- No ver sólo problemas, sino movilizar también los recursos.
- No tener en cuenta solo síntomas físicos o mentales.
- Aceptar a la persona aunque no admitamos su comportamiento.
Boris Cyrulnik dice que es necesario sembrar semillas de esperanza en el corazón de las personas, de otro modo es imposible cosechar felicidad. Cita una frase de Albert Camus como ejemplo de tutor de resiliencia sobre un maestro que le ayudó en su difícil infancia: «Sin usted, sin la mano afectuosa que le tendió al niño pobre que era yo, sin su enseñanza y su ejemplo no hubiera sucedido nada de todo esto».
La última frase que tomo es muy bella: «La vida es una artesanía que se construye alrededor de una transcendencia».