Oriol Amat, académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), presidente de la Asociación Catalana de Contabilidad y Dirección y diputado en el Parlamento catalán asegura que, económicamente, Cataluña es equiparable a la mayoría de economías europeas, aunque le faltan grandes empresas, una carencia que comparte con el resto de países del sur de Europa. «A menudo se dice que Cataluña es un país de pymes, pero yo diría que lo son todos los países industrializados. En Cataluña entre un 97% y un 98% del tejido es de microempresa y pequeña y mediana empresa. Es un porcentaje similar al de los países que sí tienen grandes empresas, como Estados Unidos, Alemania, Reino Unido o Países Bajos. Allí, en lugar de un 98% de pymes tienen un 96%. Aquí nos faltaría, como en España, Portugal, Grecia y en cierta medida Italia, empresas grandes», asegura Amat en una entrevista publicada por el diario El Punt-Avui.
Amat destaca que la diversificación de sectores es la gran fortaleza de la economía catalana, así como que la industrial represente el 20% de su PIB, el objetivo que marcó la Unión Europea a sus miembros en el año 2020. «Cataluña tiene un peso industrial relevante -prosigue el académico-. El primer sector es el agroalimentario, le sigue el químico, el del automóvil, el farmacéutico y toda una sucesión de sectores que representan entre el 1% y el 2%. Algunos, a caballo entre la industrial y los servicios, como el que depende de la salud, muy dinámico en estos momentos en Barcelona y toda Cataluña».
Para Amat, la economía catalana debe tomar como ejemplo la de los países nórdicos (Dinamarca, Suecia, Noruega o Finlandia) y la de otros países de su dimensión con una larga trayectoria democrática como Austria, donde conviven un sector privado dinámico e innovador con un fuerte sector público que garantiza el bienestar a sus ciudadanos. «Una característica de estas economías es la colaboración entre los sectores privados y públicos. Tienen un sector privado potente, un sector público muy potente, prestigiado y eficiente, y además tienen un tercer sector, todo el mundo de las cooperativas, las fundaciones y las ONG, muy sólido», concluye.