Amable V. Esparza
Representante del Instituto de la Ingeniería Española en el Comité de Desarrollo de Capacidades de Ingeniería de la Federación Mundial de Organizaciones de Ingeniería de la Unesco y académico correspondiente de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)
Amable V. Esparza, jefe del Departamento Comercial y de Calidad de la Autoridad Portuaria de Sevilla, representante del Instituto de la Ingeniería Española en el Comité de Desarrollo de Capacidades de Ingeniería de la Federación Mundial de Organizaciones de Ingeniería de la Unesco y académico correspondiente de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), participó en las Jornadas sobre el Practicaje y la Seguridad Marítima Portuaria que se celebraron en Cádiz entre los pasados 16 y 17 de septiembre con la ponencia «La seguridad de los buques atracados en puerto ante el riesgo de zozobra», en la que analiza los motivos de la zozobra de tres buques mercantes atracados en puertos españoles para sentar las bases de la seguridad profesional en estas instalaciones. Esparza es una voz autorizada en materia de transporte marítimo y logística y sus opiniones son habituales en los principales medios de comunicación españoles.
En concreto, el académico recuerda los casos de los buques Nazmiye Ana, Deneb y Super Servant 4. El Nazmiye Ana zozobró en el puerto de Castellón el pasado 28 de junio durante su carga, murió un estibador y un tripulante y el puerto tuvo que estar cerrado al tráfico durante tres días; el Deneb se escoró hacia el muelle también durante su carga hasta quedar apoyado en el cantil en el puerto de Algeciras el pasado 11 de junio, y el Super Servant 4 empezó a hundirse en el puerto de Palma de Mallorca el 8 de junio del 2020 cuando estaba lastrando varios tanques para iniciar la descarga de los yates que portaba a bordo. Los prácticos del puerto, mediante la rápida acción de remolcadores, evitaron la pérdida del buque y toda su carga.
Para evitar este tipo de accidentes, Esparza aboga por la puesta en práctica en los puertos españoles de un sistema de respuesta rápida ante emergencias náuticas con un protocolo claro y conciso. Asimismo, señala que es imprescindible poner en valor la necesaria cualificación del personal que pudiera tener relación con cualquier actuación técnica con buques y sus circunstancias de navegabilidad y seguridad, así como reconocer y dotar al criterio de los prácticos como determinante en casos salvamento y resolución de emergencias náuticas. De la misma manera señala la necesidad de definir mecanismos de control que aseguren la estabilidad del buque en todas las etapas de la carga y descarga.