Francisco González de Posada
Catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid, académico de número de la Real Academia Nacional de Medicina y de la Real Academia de Doctores de España, presidente de la Academia de Ciencias, Ingeniería y Humanidades de Lanzarote y académico de honor de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)
Francisco González de Posada, catedrático de Fundamentos Físicos de la Universidad Politécnica de Madrid y académico de honor de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), participó en el programa que la Radiotelevisión Diocesana de Toledo dedicó a la figura del Rey Alfonso X el Sabio con el título «Alfonso X. El astrónomo» coincidiendo con la celebración del octavo centenario del nacimiento del monarca y que se emitió el pasado 12 de noviembre. González de Posada introdujo a los espectadores en el desarrollo que bajo el reinado del rey Sabio tuvo el estudio del universo, principalmente a través de la concepción aristotélica del universo, aunque también con la aportación de los estudios de origen árabe y hebreo. Un conocimiento que se agrupó en los denominados Libros Alfonsíes de Astronomía o Libros del Saber de Astronomía.
El académico explicó cómo en el escritorio alfonsí se estudiaron, corrigieron y ampliaron antiguos estudios de Astronomía, añadiendo tanto estrellas y nebulosas a los catálogos de la época como mejorando el conocimiento sobre los astrolabios, relojes y elementos tecnológicos de navegación mediante la observación de las estrellas. Todo ello completado con una compilación, sistematización y traducción que permitió unificar el saber de la época en esta y otras materias. Gracias a esta labor, explicó González de Posada, no se perdió el conocimiento clásico de la tradición de la Antigua Grecia y la Antigua Roma y de las tradiciones árabes y hebrea. La Escuela de Traductores de Toledo, también impulsada por el rey, jugó en este sentido un papel fundamental. En el conocimiento astronómico, el papel de Alfonso X fue fundamental para la salvaguarda y la difusión de los trabajos de Claudio Ptolomeo.
El académico de honor de la RAED destacó el liderazgo del monarca en todos estos estudios, ya que todas las introducciones a las obras de recopilación, corrección y ampliación del saber de la época están escritas directamente por él. Un elemento sorprendente sobre el que hoy en día no hay discusión. Adelantándose varios siglos al Renacimiento, Alfonso X destacó como literato, con sus «Cantigas de amigo» como obra magna; como jurista y, especialmente, como astrónomo, por lo que fue conocido en su época.
González de Posada incidió en una obra que adquirió una gran fama y que fueron la base de los estudios de Nicolás Copérnico: las Tablas Alfonsíes, un registro de posicionamiento de estrellas que resultó fundamental para la navegación y que fue también un elemento clave para predecir eclipses de luna y de sol. Hoy en día se considera esta obra como el inicio de los estudios de Astronomía de la Edad Moderna que superó los postulados aristotélicos, ptolemaico y tomistas para evolucionar hacia el conocimiento actual del universo. La paradoja es que ninguna de estas obras llegó a pasar por la imprenta pese a ser fundamentales para dar un gran giro al conocimiento científico, consideró el académico.