Margarita Salas, académica de honor electa de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), considerada como el gran referente de las mujeres científicas de España, falleció el pasado 7 de noviembre en Madrid a los 80 años tras toda una vida dedicada a la investigación biogenética. Hasta ahora, Salas seguía al frente de su laboratorio del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, un organismo fundado en 1975 como un consorcio entre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad Autónoma de Madrid bajo la iniciativa y tutela del premio Nobel español de Medicina y Fisiología Severo Ochoa. Doctora en Ciencias desde 1963, la propia Salas fue discípula de Ochoa, con quien trabajó en Estados Unidos, y participó activamente en el desarrollo de este centro de investigación de referencia internacional.
La académica de honor electa de la RAED presidía, asimismo, la Fundación Severo Ochoa y dirigía anualmente el curso de la Escuela de Biología Molecular Eladio Viñuela, dentro de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Santander. Era miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, de la Real Academia Española de la Lengua, de la Academia Europea de Ciencias y Artes, de la Sociedad Americana de Microbiología y de la Academia Americana de las Artes y las Ciencias, entre otras instituciones internacionales de primer nivel.
El pasado 20 de junio fue reconocida con el Premio al Inventor Europeo de 2019, otorgado por la Oficina Europea de Patentes, en su categoría Logro de Toda una Vida. El jurado elogió sus investigaciones en diferentes líneas de la bioquímica y, en particular, su método para amplificar el ADN y poder estudiarlo más fácilmente. La patente de este método, que utiliza la enzima phi29 ADN polimerasa, es la más rentable de la larga historia del Centro Superior de Investigaciones Científicas, el organismo que amparó sus investigaciones. Salas se convertía así en la primera científica española en lograrlo. La reconocida científica asturiana se hizo también con el Premio Popular, otorgado por votación abierta.
Tras doctorarse en 1963, Margarita Salas viajó a Estados Unidos con su marido, el biólogo molecular Eladio Viñuela, para investigar junto a Severo Ochoa en el Departamento de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York. En 1967 regresaron a España y fundaron el primer grupo de investigación en genética molecular del país, en el CSIC. «Margarita Salas siempre reivindicó el valor de la búsqueda de conocimiento. ‘Lo importante es hacer investigación básica de calidad, y de esta pueden salir resultados aplicables que no son previsibles a primera vista. Y sin embargo salen y pueden ser rentables’, afirmaba», recuerda el académico de número y presidente de la Sociedad Española de Virología Albert Bosch.